El Instituto Hannah Arendt,
un nuevo espacio para el desarrollo del pensamiento.

 

 

“Una vida sin pensar es muy posible, pero en ese caso uno no desarrolla su propio ser, las personas que no piensan son como sonámbulas, cada persona es un initium, un inicio, un comienzo y un recién llegado al mundo; por tanto las personas pueden tomar iniciativas, convertirse en precursoras y comenzar algo nuevo”.

Hannah Arendt

 

 

Con su primera conferencia sobre “Verdad, poder y comunicación”, Elisa Carrió dio oficial apertura, no sólo a su  nuevo instituto, sino a un ciclo de conferencias que se basan principalmente en las relaciones del poder, la verdad y la cuestión del otro. 

 

Esta convocatoria apunta muchos aciertos, como la elección de la gran filosofa Hannah Arendt para designar el instituto, más aún debido a que es una institución que llama a otra forma de pensar, desde otro eje. Sólo desde otro punto de vista pueden desarrollarse nuevas ideas, de esas que logran hacer girar al mundo, las consideradas geniales, y no así esforzarse en sostener las mismas hegemónicas teorías que pueden haber sido únicas en un tiempo, pero sin el continuo desarrollo y nuevas aplicaciones se vuelven obsoletas y traban la razón.  Eso es lo que nos brinda el pensamiento, no sólo el descubrimiento de nuevas ideas sino su desarrollo y hasta posiblemente su completa transformación.

 

Así es como Hannah Arendt se animó a ver en una única forma su vida y su realidad. No se replegó con un discurso escrito, sino que decidió ver el mundo por sus ojos, tal como marcó Elisa Carrió, incluso con las desventajas de ser mujer, judía en la Alemania nazi y ser filósofa en las universidades prácticamente cerradas a este género.  Por ello, es un ejemplo no sólo para las mujeres sino para la raza humana, ella cosechó y evolucionó nuevas teorías que hasta la llevaron a morir con la incomprensión de sus más allegados colegas[1].

 

Por otro lado, la conferencia contó con la presencia del periodista Jorge Lanata, cuya charla nos sumergió en el mundo de la comunicación, ahondando principalmente en la relación entre la verdad y la información que los medios ofrecen. Incluso presentó un exhaustivo cuadro de las vinculaciones de los medios entre ellos, transluciendo así la falta de independencia, y concluyendo que la relación entre los hechos y la verdad puede verse muy viciada de esta forma.  Asimismo, razonaba sobre la forma de enfrentar al poder: “la información es revolucionaria. Si un día todos se volvieran locos y contarán todo lo que saben, este país cambiaría, se daría vuelta como un cubilete.”[2] 

 

También insistió en la relación "de a dos" que se da en los vínculos del poder, y que sólo existe con la aquiescencia de ambas partes, de tal forma que no podemos llamarnos víctimas de nuestra realidad, dejando en nuestras manos, la responsabilidad, si deseamos un cambio.

 

Esta intensa conferencia concluyó con preguntas e ingeniosas respuestas, pero en lo personal me gustaría finalizar este artículo con una cita que el periodista hizo del premio Nobel de Literatura en el año ’51 Bertrand Russell, que deja cerrar el tema de debate sólo marcando un nuevo inicio:

 

Los hombres le temen al pensamiento más de lo que le temen a cualquier otra cosa del mundo, más que a la ruina, incluso más que a la muerte. El pensamiento es subversivo y revolucionario, destructivo y terrible, el pensamiento es despiadado con los privilegios, las instituciones establecidas y las costumbres cómodas, el pensamiento es anárquico y fuera de la ley, indiferente a la autoridad, descuidado con la sabiduría del pasado. Pero si el pensamiento ha de ser posesión de muchos y no el privilegio de unos cuantos, tenemos que enfrentarnos con el miedo, es el miedo el que detiene al hombre, miedo de que sus creencias entrañables no vayan a ser ilusiones, miedo de que ellos mismos no vayan a resultar menos dignos de respeto de lo que habían supuesto”.[3]

 

Ianina Lipara 

 


[1] SERRANO DE HARO, Agustin, Raíces, Acotaciones a la Correspondencia, Nº36, Año XII, Otoño 1998.  Intercambio epistolar entre Gershom Scholem y Hannah Arendt.

[2] http://www.institutoarendt.com.ar/conferencias/ConferenciadeApertura.Carrio.Lanata.3.6.04.PDF

[3] http://www.institutoarendt.com.ar/conferencias/ConferenciadeApertura.Carrio.Lanata.3.6.04.PDF RUSSELL, Bertrand, Principles of Social Reconstraction, Londres, 1916