SOL SE FUE...
Sol Rovira,
que necesitaba un corazoncito
nuevo,
partió hacia el Señor el 18 de junio.
Luchadora tenaz, no quiso irse sin dar antes,
desde este lado aún, un Día del Padre.
Pasó gran parte de su breve vida peleando,
esperando el corazón que nunca llegó.
Ojalá no haya llegado porque no lo hubo, y no porque lo hubo y no fue
donado...
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Sol nos deja por lo menos dos
enseñanzas:
Que la Vida es algo por lo que debemos combatir,
como ella lo hizo.
Sin dejarnos caer en la necrofilia: la muerte no
soluciona ningún problema,
no puede constituir el remedio de ningún mal, y
menos si es impuesta por otro.
Y que debemos, más allá del
infortunado espejismo del "donante
presunto",
y sin jamás dejar de respetar al que no quiere donar sus órganos,
si nuestras creencias lo
admiten, difundir la donación,
y ser
donantes nosotros mismos. |
Por Sol, por mi hijo Ricky,
cuya lucha denodada por la Vida
ha inspirado esta humilde revista,
y por todos los
niños y jóvenes que sufren,
instalemos el tema del trasplante,
en la mesa familiar, en las escuelas,
en las fábricas, en los
campos,
hasta empaparnos de él.
TODOS HOY PODEMOS SALVAR
VIDAS.
Es un raro privilegio. No
lo despreciemos.
Ricardo Rabinovich-Berkman
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