EL MALLEUS MALEFICARUM Y SU INFLUENCIA EN
EL ORDENAMIENTO JURDICO MEDIEVAL
Y EN LA SELECCIN Y
PUNICIN DE LAS LLAMADAS BRUJAS
Jaiza Sammara de
Araujo Alves (Brasil)
Mencin, Categora
Estudiantes,
Concurso Internacional FICCIN Y DERECHO 2016
(Departamento de Ciencias Sociales, Facultad de Derecho, UBA)
RESUMEN
El presente
artculo tiene por finalidad analizar el libro Malleus Maleficarum, o Martillo de las brujas, y su influencia en
el ordenamiento jurdico en el Medioevo, buscando comprender como se daba la
seleccin y punicin de las personas consideradas brujas. A priori, ser hecho
un estudio sobre el libro, con enfoque en sus principales caractersticas y
antecedentes histricos, apuntando cuales las influencias teolgicas y
filosficas que influyeron en la escrita del manual de caza a las brujas.
Posteriormente, ser hecho un estudio sobre la forma como las mujeres eran
vistas en el Malleus, presentando la
caractersticas ms importantes de las brujas segn los autores Heinrich Kramer
y Jacobus Sprenger, bien como se daba la investigacin y la punicin de las
brujas en virtud de los rituales de la Inquisicin.
INTRODUCCIN
Segn Ferri
citado por Ignacio Tedesco, el arte es un reflejo de la vida[1], o sea, el arte refleja el comportamiento y los
hechos de las personas, siendo ellos buenos o malos, y entre estos ltimos,
incluyen la prctica de crmenes.
Hace mucho tiempo que la literatura viene
observando y reproduciendo los comportamientos humanos. Desde la Grecia Antigua,
con las Tragedias de Sfocles, Edipo
Rey y Antgona, la literatura fue
utilizada como manera de estudiar como el hombre acta frente a
determinadas situaciones y tambin como modo de analizar la sociedad en una
determinada poca. As, la sugestin producida por la literatura es un
poderoso instrumento de educacin o corrupcin moral[2].
Segn
Botero, Literatura y Derecho no son ajenos entre si. Desde donde se le mire,
la literatura ha narrado hechos jurdicos y el Derecho es, fundamentalmente, un
ejercicio literario[3]. Para Botero y Hernndez, el derecho ha sido durante
diversos perodos histricos fuente de la literatura – o al menos ha constituido
la literatura ms representativa, o la ms elevada[4], puesto que la literatura existente en una
determinada poca es reflejo de sus normas jurdicas. Adems, la literatura es
una rica fuente para la historia del derecho, puesto que ella y el derecho
poseen una caracterstica comn: ambos provienen de la sociedad, en parte la
representan y en parte la elaboran[5].
Por lo
tanto, est claro que el derecho tiene mucha influencia sobre la literatura y
tambin sobre las artes en general. No obstante, es posible que la literatura
pueda influenciar en la constitucin del derecho?
Botero y Hernndez
citan los cuentos literarios de los hermanos Grimm, que trataron de
reconstruir la tradicin alemana sobre sus costumbres y su potencial como
fuente jurdica nacional (con miras a un futuro trabajo de la codificacin de
las mismas)[6]. As, a travs de los elementos de magia y moralejas
que existan en sus cuentos, aliados a una buena narracin, ellos queran
influenciar la sociedad alemana, habiendo una clara intencin normativa dentro
de dichos cuentos[7].
De este
modo, an de acuerdo con los dos autores,
el derecho se aprovecha de la
literatura y la literatura dice cosas jurdicas, lo cual nos abre un mundo
riqusimo de relaciones entre ambos, que son tambin representaciones de la
sociedad, pues tanto el derecho como la literatura hablan de la realidad, sino
tambin de los deseos[8].
As, la
literatura puede influenciar en la creacin del derecho, sea en su aspecto
normativo o hasta mismo acadmico.
Un grande ejemplo, que ser analizado en este trabajo, dice respecto al
libro Malleus Maleficarum, publicado
en el ao 1486, que tanto influy la sociedad medieval, y que estuvo presente
en todos los juzgamientos a respecto de casos de brujera, siendo una arma muy importante
utilizada por la Iglesia Catlica en la lucha contra esta hereja.
Por lo
tanto, en este trabajo ser hecho un estudio sobre el libro Malleus Maleficarum o Martillo de las
Brujas, buscando comprender el momento en que fue escrito y sus influencias
filosficas y teolgicas. Ser analizado tambin el concepto de brujera en la
Edad Media y tambin como se daba la seleccin de personas que serian
clasificadas como brujas y, que posteriormente, serian torturadas y muertas en
nombre de la Iglesia Catlica y sus dogmas.
1 – EL LIBRO MALLEUS MALEFICARUM O MATILLO DE LAS BRUJAS
1.1
Consideraciones generales sobre el libro
El Malleus Maleficarum fue escrito el ao
1486 por dos monjes dominicos: Heinrich Kramer y Jacobus Sprenger.
Heinrich
Kramer naci en Schlettsdatt, ciudad de la baja Alsacia, al sudoeste de
Estraburgo, por vuelta del ao 1430 y falleci en el ao 1505. Muy temprano
ingres en la Orden de Santo Domingo y fue predicador general y maestro de
teologa sagrada. Antes del ao 1474 fue nombrado inquisidor para varias
ciudades como Bohemia y Maravia.
Jacobus
Sprenger nasci en Basilea, por vuelta del ao 1435 y falleci en el ao 1495.
l ingres como novicio en la Casa Dominica de su ciudad y se gradu maestro en
teologa, siendo que el 1480, fue elegido decano de la Facultad de Teologa de
la Universidad de Colonia.
Resltese
que ambos fueron nombrados inquisidores por la Bula papal de Inocencio VIII, de
05 de diciembre de 1484, que les dio poderes especiales para investigar los
casos de brujera en el norte de la Alemania, aunque las personas de esta
regin afirmasen que los inquisidores no tendran derecho a ejercer sus poderes
inquisitoriales, incluso de castigar, en virtud de no haber en eses lugares las
prcticas de brujera[9]. De este modo, por medio de esta Bula, tambin
llamada Summis desiderantes afectibus,
o Bula de la brujera, el Papa Inocencio VIII exigi que los inquisidores
fuesen apoyados en su lucha contra las formas de brujeras.
El pontfice estaba decidido a
eliminar la amenaza hertica y afirmo que en esencia, el problema radicaba en
unas personas que haban renunciado a la fe, cometan acciones impuras con
diablos, se valan de sortilegios para destruir a los vstagos de los animales
y seres humanos, anulaban las cosechas y ponan obstculos a la procreacin[10].
La cuestin
es que el Malleus Maleficarum tuvo 29
ediciones, desde la primera, Colonia 1487, hasta 1669[11], y durante tres siglos, se torn el principal libro a
ser utilizado por todos los inquisidores y estuvo presente en todos los juzgamientos
de brujera[12], aunque esto no fuese confirmado por la Iglesia
Catlica. Adems el carcter sistemtico del libro, su metodologa de la
investigacin y del proceso hicieron de l una herramienta de primer orden para
quienes lo utilizaron[13].
El libro es
dividido en tres partes, siendo que en la primera, habla sobre el demonio,
afirmando que l posee poderes sobrenaturales y estos tienen relacin con los
casos de brujera. Incluso son considerados herejes todos aquellos que no creen
en los poderes del demonio[14]. En la segunda parte, el libro ensea como reconocer
una bruja y tambin las maneras de neutralizarla[15]. En la tercera parte son descritos los juzgamientos y
sentencias. As, las dos primeras partes justifican todos los mtodos que son
abordados en la tercera parte, y hasta mismo como modo de justificarla[16]. (...) ao torturar e matar, os inquisidores
diziam lutar contra o demnio para levar a alma de volta a Cristo[17].
Resltese que el libro posee varias cuestiones y
tambin sus contraargumentos, basados en la Biblia Sagrada, en filsofos como
Aristteles, y en telogos como Santo Toms de Aquino y Santo Agustn[18].
Algo que
llama la atencin es que el Malleus
Maleficarum no provoco una inmediata caza a las brujas en la poca de su
publicacin, puesto que eso solo vino a ocurrir en los siglos XVI y XVII[19]. Por lo tanto, fue un libro que vino a influenciar
los juzgamientos de la mayora de los casos de brujera en Europa y tambin en
la Amrica, por medio de los cuales ocurri la tortura y muerte de muchas
personas, siendo la grande mayora inocente. Adems este libro cre normas que
deban ser aplicadas a las llamadas brujas, en virtud de no haber en ninguno de
los pases en que fuera utilizado leyes que puniesen la brujera. Incluso, la
tercera parte del libro es un manual jurdico para acusar, procesar y condenar
las brujas a la muerte.
1.2
Antecedentes histricos
En su inicio,
el Cristianismo no fue aceptado por aquellos que adoptaban las religiones
paganas, y en consecuencia, los cristianos sufrieron inmeras persecuciones.
Sin embargo, con el emperador Constatino y su Edito de Milan, del ao 313, hubo
la legalizacin del Cristianismo, favoreciendo al desarrollo de la Iglesia
Catlica como autoridad religiosa y temporal despus del fin del Imperio Romano[20]. De este modo, la Iglesia Catlica fue considerada,
posteriormente, la grande seora feudal de la Edad Media y fue, ciertamente, la
nica institucin realmente slida existente en esta poca[21].
La cuestin
es que, inicialmente, ella no pareci se preocupar tanto con las creencias
paganas y el uso de la magia y brujeras. Adems, se dejaba que ciertas
estructuras mentales continuasen existiendo a pesar de la adhesin superficial
al cristianismo[22].
No obstante,
este pacto amistoso entre ellos no dur mucho tiempo puesto que la cultura
eclesistica busc derrotar a la cultura campesina folclrica, basndose en
tres procesos:
La destruccin, la obliteracin, es
decir la sustitucin de cultos paganos por otros parecidos; y la
desnaturalizacin, o sea la conservacin cuando menos parcial de las normas,
acompaada de una profunda y absoluta mutacin de significados[23].
De este
modo, la Iglesia Catlica consigui moldar la mente de los campesinos,
reemplazando su cultura de respecto a la naturaleza y otros seres que
consideraban sobrenaturales, por una otra cultura basada en una fe monotesta y
en personas consideradas santas. Incluso una buena manera de hacer con que
ellos asimilasen eses nuevos dogmas, ocurra por medio de relacionar un dogma
catlico y una costumbre campesino; y de la misma manera, relacionar un santo
catlico con alguna entidad pagana.
Sin embargo,
como empez a ocurrir la caza a las brujas? O sea, cuales razones concurrieron
para el establecimiento de las persecuciones a las llamadas brujas?
Cardini
citado por Leonardo Contreras cita tres factores que mucho contribuyeron para
el empiezo de la caza a las brujas:
Primero, el renacimiento de la
cultura y las ciencias transferidas a Occidente desde Bizancio y las zonas juda
y musulmana. Segundo, la progresiva observacin del poder e ideologa
eclesiales en un sistema crecientemente riguroso, cuyos pilares eran el derecho
cannico, la teologa tomista y el aparato inquisitorial; cada vez menos
dispuesta a tolerar la existencia
de espacios de inconformidad. Tercero, la crisis econmica que se vislumbraba
el Occidente, que alcanzara su punto culminante en el siglo XIV[24].
As, algo
que llama la atencin es que la Iglesia Catlica, a partir del siglo XIII, dej
de tolerar determinadas prcticas culturales que denunciaban que, en la
realidad, el cristianismo solamente
era practicado de forma superficial. O sea, mismo con la cristianizacin, las
personas continuaban a realizar sus cultos campesinos, en que veneraban
entidades diversas de las predicaciones cristianas. De este modo, la Iglesia
percibi, entonces, que las prcticas paganas nunca dejaron de ser hechas por
las personas, y delante esta desobediencia, pas a combatir inmeras conductas
contrarias a los dogmas cristianos[25], y, obviamente, a su estructura de poder.
En la
realidad, la Iglesia Catlica al empezar la caza a las brujas quera imponer su
dominacin sobre las personas, puniendo con bastante severidad a aquellos que estuviesen en contrario a
sus dogmas, que incluso eran llamados herejes. As, a
persuaso pelo medo foi o grande trunfo do estamento eclesistico na luta pela
manuteno da sua hegemonia[26].
De esta manera, las persecuciones a las
sospechosas brujas nada ms fueron que un grande modo de control social, una
manera de despaganizar el Occidente, habiendo una revalorizacin del
maniquesmo que nunca dej de existir[27].
El primer
Papa que trajo efectivamente la brujera como hereja fue Juan XXII. En
conjunto con obispos y telogos, l escribi la bula Super illius specula (1326), que tuvo como uno de sus objetivos la
habilitacin para que inquisidores pudiesen perseguir a las personas
consideradas brujas. Con esta bula fue planteado el triangulo que permitira la
caza y muerte de muchas personas, principalmente en las hogueras: maleficios,
brujera diablica y hereja[28].
A partir del
siglo XIV, hubo la intervencin de la Inquisicin no solamente en el plano
terico, sino tambin en el prctico. A travs del Directoriun inquisitorum de Eymeric hubo la permisin para
persecuciones, la preparacin del procedimiento a ser utilizado en la
Inquisicin y tambin la catalogacin de las conductas consideradas criminosas.
Adems, los sospechosos podran ser perseguidos indiferentemente por tribunales
eclesisticos y autoridades laicas[29].
Sin embargo,
para que la caza a las brujas fuese concretizada, seria esencial el apoyo de
las clases dominantes. Era esencial el apoyo de la nobleza. En conformidad,
afirma Leonardo Contreras que:
La gran caza a las brujas no pudo
producirse hasta que los miembros de las elites dirigentes de los pases de
Europa, en especial los de la maquinaria judicial, creyesen que el delito de
brujera era de mxima magnitud y se practicaba en gran escala y en forma
corporativa[30].
Resltese
que la actuacin de los Tribunales de la Inquisicin fue muy importante para
los seores feudales, puesto que a travs de aquellos, hubo la centralizacin
del poder[31]. Por lo tanto, haba una reciprocidad entre la Iglesia
y el Feudalismo que propiciaba an ms la persecucin a las brujas. No
obstante, de acuerdo con
Joo Davi Pires, essa perseguio no foi uma histeria coletiva, mas sim uma
perseguio muito bem calculada pelas classes dominantes para uma maior
centralizao do poder[32].
De este
modo, es con este contexto histrico que surgi el Malleus Maleficarum, el ao 1486, como instrumento unificador de
las prcticas eclesisticas en la lucha contra la brujera y las fuerzas
diablicas, sino tambin como forma de someter las personas a la autoridad de
la Iglesia Catlica y de la elite dominante.
1.3 –
Influencias filosficas y teolgicas sobre el Malleus Maleficarum
Con la
traduccin de varios libros griegos y musulmanes en los siglos XII y XIII, hubo
un grande crecimiento en las prcticas de las artes mgicas, que luego fueron
relacionadas con el pacto demonaco. Frente esta situacin, los eclesisticos
se mostraron mucho ms decididos en rechazar tales prcticas, y as, la condena
de las artes mgicas tuvo como principal influencia las obras de telogos
escolsticos, afiliados a la doctrina de Santo Toms de Aquino, que afirmaban
que los practicantes de la magia buscaban algo positivo para s mismos, pero no
servan a los demonios que conjuraban, sino les daban rdenes. Sin embargo, los
demonios no daban nada de forma gratuita, puesto que cobraban por las cosas que
concedan. De esta manera, para que fuese establecida una relacin recproca
entre el mago y el demonio, aquello le daba algo en cambio, ocurriendo una especie
de negociacin entre ellos. Y as, el mago se tornaba un hereje, pues negaba a
Dios y a la fe cristiana, y pasaba
a adorar y a servir el demonio[33].
Resltese
que para los escolsticos, cualquier tipo de magia era considerada hereja,
incluso la magia practicada por los campesinos ignorantes. As, todos los
herejes, por tener pacto con el diablo, deberan ser perseguidos por
inquisidores papales[34].
Adems, la
Biblia Sagrada tambin tuvo influencia en el Malleus Maleficarum, sino veamos:
En muchas partes la ley divina
ordena que no solo se debe evitar a los brujos, sino que tambin tiene que ser
ejecutados, y en verdad no impondra esta pena extrema si los brujos no
hicieran reales e autnticos pactos con los demonios para provocar daos y
males verdaderos (...). En el captulo 18 del Deuteronomio se ordena la
destruccin de todos los magos y encantadores. Tambin el levtico dice, en su
captulo 19: no os volvis a los encantadores o adivinos; no los consultis ensucindolos
con ellos; yo pondr mi rostro contra tal varn, y lo apartar de su pueblo.
Asimismo en el 20: y el hombre o la mujer que evoca a la adivinacin, han de
ser muertos; los apedrearn con piedras; su sangre sobre ellos. Se dicen que
son adivinas las personas en quienes los demonios han obrado cosas extraordinarias[35].
Un otro
filsofo que tambin tuvo influencia sobre el libro fue Aristteles, puesto
que, segn l, los cambios ocurridos en el cuerpo humano se dan por influencias
de las estrellas[36]. Sin embargo, la interpretacin de las palabras del
filsofo dada por la Iglesia afirma que el diablo no posee influencia sobre las
estrellas, pues solamente Dios la posee. No obstante, los magos observan el
curso de las estrellas para invocar a los demonios. Y con eso, daan a los
animales y a las personas[37].
Por lo
tanto, la Escolstica, la Biblia Sagrada y hasta mismo el filsofo Aristteles,
al escribir sobre las estrellas en su sptimo libro de fsica, tuvieron grande
influencia sobre el Malleus Maleficarum,
puesto que a travs de estas ideas, varios dogmas y ideologas fueron creados,
y de esta manera, la bruja por tener un pacto con el diablo, debe ser castigada
severamente.
1.4 –
Las mujeres y la brujera para el Malleus
Maleficarum
Segn los
criterios de la Iglesia Catlica, hombres y mujeres deban tender a la
perfeccin, que es la meta del cristianismo y empieza a partir del bautismo.
Sin embargo, el camino de perfeccionarse es bastante difcil, aunque sea ms
flexible para el hombre que para la mujer, en virtud de las diferencias entre
ellos, por ejemplo, el hombre nace bueno, pero la mujer lo incita a caer en
tentacin y, por consiguiente, a pecar[38]. Para Kramer y Sprenger, el poder del demonio reside
en la partes privadas de los hombres[39]. As, el hombre que quiere seguir este camino de
perfeccin debe renunciar a todas las vanidades del mundo, y vanidad es el amor
carnal[40].
Adems, por
medio del Manual del Confesor, escrito por Robert de Sorbn, en el siglo XIII,
haba referencias de como el hombre deba estar precavido contra la seduccin
de las mujeres. En caso contrario, o sea, si l no resistiese a la tentacin,
estara pecando y como resultado, sera castigado no solamente con la prdida
de su cuerpo, sino tambin de su alma[41].
Resltese
que en la Edad Media, hubo un culto generalizado que afirmaba la imperfeccin
femenina, puesto que el cuerpo de las mujeres era desproporcional al cuerpo de
los hombres y, por lo tanto, imperfecto. Para confirmar esta idea, los telogos
se utilizaron de un pasaje del libro de Gnesis, que afirma que la mujer (Eva)
fue creada por Dios despus del hombre (Adn) y a travs de una costilla
irregular suya. A partir de eso, hubo la creencia de que Dios tuvo preferencia
por los hombres, dejando a las mujeres en un plano inferior[42]. Obsrvese que, esta imperfeccin en el cuerpo se
extendi tambin a el alma, y incluso se discuta si la mujer tena o no alma.
Y caso tuviese alma, esta no tena capacidad intelectiva, puesto que no poda
comprender ideas ms complejas. De este modo, el alma femenina seria solamente
vegetativa[43]. En las palabras de Mara Luiza Domnguez:
San Bernardo acusaba a las mujeres
de seren esclavas de los sentidos y por esto mismo estaban dominadas por el
pecado. En definitiva, las mujeres tienen la belleza del diablo, este
pensamiento debera tener alertado a los hombres, para saber que ellas son
instrumentos del pecado y se emplean contra ellos para hacerles pecar por medio
de la seduccin[44].
Confirmando
las palabras de la autora, Kramer y Sprenger citando San Crisstomo, afirman
que:
Qu cosa es una mujer, sino un
enemigo de la amistad, un castigo inevitable, un mal necesario, una tentacin
natural, una calamidad deseable, un peligro domestico, un deleitable
detrimento, un mal de la naturaleza pintado con alegres colores![45]
Para los
telogos medievales, las nicas mujeres consideradas buenas eran las monjas,
que consagraban su virginidad a Dios, o entonces aquellas que casaban y se
tornaban madres. Sin embargo, para que ellas pudiesen tener hijos, era esencial
el matrimonio segn los ritos de la iglesia. Y uno de ellos era que la mujer
era siempre pasiva, solamente recibiendo la semilla del hombre. As, la nica
finalidad de la unin entre el hombre y la mujer era la procreacin, estando
prohibidos de sentir placer, puesto que hasta el placer del hombre debera ser
consagrado a Dios[46].
Sobre la
maldad de las mujeres,
se habla en Eclesiasticus XXV: No hay cabeza superior a la de una serpiente, y no
hay ira superior a la de una mujer. Prefiero vivir con un len y un dragn que
con una mujer malvola (...) todas las malignidades son poca cosa en
comparacin con la de una mujer[47].
De esta
manera, la mujer era considerada mala simplemente por el hecho de tener nascido
mujer, un ser imperfecto, sin inteligencia, con malicia y listo a llevar el
hombre al camino de la perdicin.
Sobre la
cuestin de la brujera, el Malleus
Maleficarum concentra el concepto de bruja en la figura de la mujer:
Otros han propuesto otras razones de
que existan ms mujeres supersticiosas que hombres. Y la primera es que son ms
crdulas. La segunda razn es que, por naturaleza, las mujeres son ms
impresionables y ms prontas a
recibir la influencia de un espirito desencarnado y que cuando usan bien esta
cualidad, son muy buenas, pero cuando las usan mal, son muy malas. La tercera
razn es que tienen una lengua mvil y son incapaces de ocultar a sus congneres
las cosas que conocen por malas artes y como son dbiles, encuentran una manera
fcil y secreta de reivindicarse por medio de la brujera[48].
Complementa
los autores que las mujeres son ms dbiles de mente y de cuerpo, no es de
extraar que caigan en mayor medida bajo el hechizo de la brujera[49]. Y continan an los dos que la etimologa de la
palabra femimnus, femina proviene de fe y minus, ya que es muy dbil para mantener
y conservar la fe[50]. De este modo, por seren consideradas ms dbiles y
sin discernimiento, las mujeres son ms pasibles de esteren bajo a la
influencia del demonio y de toda clase de supersticiones. As, una de las
caractersticas que permiten afirmar haber ms brujas que brujos es la
credulidad existente ms en las mujeres que en los hombres[51].
Por otra parte, se cree que la mujer
es ms impresionable para recibir revelaciones de los espritus y conocindolas
y sabindolas, dado que es mentirosa, jams dir que est en posesin de las
artes mgicas que posee, y dada su maldad esos conocimientos le llevan a
realizar venganzas contra todo aquello que le resulta molesto, especialmente a
los hombres por medio de lo que se reconoce como los maleficios[52].
Una otra
cuestin es que las mujeres poseen ms conocimientos sobre las propiedades
curativas de las plantas que los hombres, y as, podan controlar los embarazos
y abortos, tratar enfermedades, de manera que muchas mujeres murieron en las
hogueras en virtud de este conocimiento[53].
El Malleus Maleficarum trae las clases de
las mujeres malas que eran ms supersticiosas y, obviamente, estaban ms
influenciadas por la brujera: las infieles, las ambiciosas y las lujuriosas.
Por lo dems, ya que de los tres vicios
el ltimo es el que ms predomina, siendo las mujeres insaciables, etc., se
sigue que entre las mujeres ambiciosas resultan ms profundamente infectadas
quienes tienen un temperamento ms ardoroso para satisfacer sus repugnantes
apetitos; y estas son las adlteras, las fornicadoras y las concubinas del
Grande[54].
Resltese
que todos los poderes de las brujas eran originados a partir de un pacto
realizado con el diablo, de manera que se consagraron a l por entero y se obligaron
a ser sus siervas[55]. Pues, en verdad, este es el fin de toda brujera;
se trate de efectuar encantamientos por medio de la mirada o por una frmula de
palabras, o por cualquier otro hechizo, todo ello pertenece al diablo[56].
El mismo
libro an difiere tres grados de brujas: aquellas que curan y daan; aquellas
que daan, pero no curan; y aquellas que parecen solamente curar, o sea,
eliminar los daos[57].
1.5 –
Caractersticas de las brujas segn el Malleus
Maleficarum
El imaginario
de la Edad Media hizo con que fuesen determinadas una serie de caractersticas
con relacin a las brujas.
Una primera
caracterstica afirmaba que la figura de la bruja siempre estaba relacionada a
mujeres viejas y deformes, de manera que, cuando haba el nacimiento de un
nio, todas las ancianas eran sacadas del lugar por miedo de que fuesen brujas
y pudiesen traer mala suerte a aquello que estaba naciendo[58].
De esta manera, el Malleus cre un estereotipo que
podramos calificar, sin temor a equivocarnos, de temible; convirti en
enemigos subversivos a ancianas seniles, identificables en todas las aldeas; ya
no eran las hechiceras de antao, sino que practicaron un culto nuevo y peligroso[59]
As, las mujeres
viejas, expertas en el oficio ginecolgico y las bebidas afrodisacas, fueron
globalmente condenadas a la muerte con una sola frase: Nadie perjudica ms a
la religin catlica que las parteras[60].
Una segunda
caracterstica afirmaba la relacin de las brujas con la noche, principalmente
con la medianoche, momento propicio para la realizacin de los hechizos y para
mantener relaciones con el diablo[61]. Las brujas estn conectadas con la luna[62].
Como tercera
caracterstica observase que las brujas posean la capacidad de volar en escobas
o en animales, se utilizando de ungentos producidos a partir del cuerpo de los
nios que mataban antes de su bautismo, o entonces ingiriendo sustancias
mgicas y secretas[63]. Esta caracterstica fue producto de la demonologa
escolstica que defina el demonio como un ser de poderes extraordinarios, y
por lo tanto, capaz de mover las personas por el aire[64].
Adems,
haba la creencia de que las brujas podran transformarse en animales como
gatos, liebres, cerdos, gallinas, lechuzas y hasta insectos como moscas[65].
Una otra
manera de descubrir si una mujer era bruja ocurra en el momento de la comunin
en la misa. As, si la mujer estuviese con la boca abierta y la lengua
sobresaliente, no dejando que tocasen en sus ropas, ella era considerada una
bruja[66].
1.6 –
Los criterios de seleccin de las brujas segn el Malleus Maleficarum
En la Edad
Media, todo aquello que era considerado misterioso y mgico era visto como algo
sospechoso y originario de pactos con el demonio, pudiendo ser investigado por
los inquisidores. Segn el Malleus
Maleficarum:
Cuando una mujer hunde una ramita en
el agua y salpica el agua por el aire para, hacer llover, aunque ella misma no
cause la lluvia, y no pueda ser culpada de ello, sin embargo, como firm un
pacto con el demonio, gracias al cual puede hacer eso como bruja, aunque el
demonio es quin provoca la lluvia, ella merece cargar con la culpa, porque es
una infiel y efecta la labor del demonio, y se entrega a sus servicios[67].
De esta
manera, cualquier creencia podra tornarse una brujera y debera la bruja ser
considerada culpada y responder por sus actos.
Obviamente,
como ya mencionado, las mujeres detenan ms conocimientos de las propiedades
de las plantas que los hombres, y de esta manera, fueron investigadas y
torturadas cruelmente, con la finalidad de declararen sus presuntos pactos con
el diablo. Resltese que en muchas veces, el inquisidor les deca que si ellas
confesasen sus actos de brujera, no seran condenadas a la muerte. Sin
embargo, esto consista en una mentira, puesto que en la gran mayora de los
casos, las mujeres consideradas brujas fueron muertas[68]. Hay una estimativa de que fueron asesinadas en la
Edad Media cerca de 9 millones y 40 mil mujeres, siendo que la primera vctima
fue una irlandesa condenada a la picota entre los aos 1324 y 1325, por haber
tenido relaciones sexuales con un ncubus.
La ltima mujer a ser muerta fue una empleada domstica suiza que fue quemada
en la hoguera el ao de 1782[69].
Independientemente de casos
particulares, lo que hay que remarcar es que tal parece que las sospechosas
eran ajusticiadas en la hoguera o mediante la tortura, el degollamiento, el
estrangulamiento, la descuartizacin, la horca y la grotesca prueba de agua.
En esta revuelta atmsfera, las mujeres con sus remedios tradicionales,
arcaicos sortilegios o salmos ancestrales – todos ellos ajenos a los
poderes oficiales -, parecan confabularse a fin de coadyuvar en la vacilacin
y en el caos. Las curanderas y comadronas (y desde luego las alcahuetas,
virgueras – las que restituan la virginidad o hacan virgos-,
barranganas, adivinas ladronas, prostitutas, perfumistas, viudas, ermitaas,
limosneras y un sinfn de campesinas analfabetas y ms bien ancianas)
terminaron, pues, siendo consideradas hechiceras y brujas, agentes del demonio
y, en la fantasa popular, hasta oficiantes de sucios ritos bajo diablicos
altares[70].
De esta manera,
es perceptible que en esa poca, la figura femenina est grandiosamente
relacionada a la idea de brujera. Incluso, el Malleus no se refiere a brujos, sino solamente a las brujas.
En otras palabras, exista en el
imaginario medieval la necesidad de
mantener a raya al Maligno y transferir sus faltas y culpas morales
(manifiestas en los sealados castigos de Dios) a la enemiga nmero uno: la
mujer, la perversidad universal, el mismsimo demonio apoderado de su genio y
figura[71].
As,
cualquier mujer por si sola ya representaba el mal. No obstante, si haba
sospechas de que ella era una bruja, el pacto con el demonio ya haba sido
realizado y, por lo tanto, la bruja debera ser muerta, solamente teniendo
derecho a arrepentirse de sus actos en vida para garantizar su salvacin. Segn
Kramer y Sprenger, citando el libro de xodo, XXII, a la hechicera no dejars
que viva[72].
Sin embargo,
resltese que la mayora de las mujeres consideradas brujas eran aquellas que
tenan ms libertad, puesto que vivan solas, no eran casadas y no estaban
sometidas al poder de los hombres. Las brujas eran rameras o ardientes
prostitutas[73].
Y, entre ellas, estaban principalmente las parteras o comadronas, que segn el Malleus, eran responsables por la
mayora de los hechizos y muertes de nios recin nacidos.
As, las
mujeres llamadas brujas vivan fuera del orden natural exigida al sexo femenino
en el Medioevo[74]. Un orden que vea las mujeres como seres
incompletos, sin inteligencia, hasta mismo como una cosa, propiedad del hombre.
De este modo, cuando una mujer negaba a la autoridad de un hombre, era
considerada pecadora y estaba violando las palabras escritas en la Biblia
Sagrada que plegaban la sumisin femenina, y por lo tanto, deberan ser muertas
en virtud de la lucha que los operadores de Dios hacan contra el demonio. Segn Joo David Pres:
De acordo com o pensamento da poca, as feiticeiras ou
bruxas eram encontradas entre as mulheres que ainda no tinham a sua
sexualidade normatizada e procuravam impor-se no domnio pblico, exclusivo dos
homens[75].
Como
criterio de seleccin, el Malleus
Maleficarum an menciona los actos que eran atribuidos a los poderes de las
brujas:
Y respecto del tipo de dao con que
atacan a la raza humana, hay que sealar que, aparte de los mtodos con quien
hieren a otras criaturas, tienen seis maneras de lesionar a la humanidad. Y una
consiste en inducir un amor maligno en un hombre por una mujer; o en una mujer
por un hombre. Y la segunda es implantar el odio o los celos en alguien. La
tercera consiste en embrujarlos de tal modo, que un hombre no pueda ejecutar el
acto genital con una mujer, o a la inversa, una mujer con un hombre; o por
distintos medios provocar un aborto, como ya se dijo; La quinta, arrebatar a la
vida. La sexta, probarlos de la razn[76].
De esta
manera, las brujas en virtud de la influencia demoniaca, sin embargo, mediante
el permiso de Dios, conseguan realizar varios hechizos e daar a los hombres y
a las mujeres, causando el mal adonde pasaban. De este modo, los inquisidores
tenan el poder de destruirlas, librando el mundo de las perversiones que eran
representadas por estas mujeres que, presuntamente, tenan grandes poderes. Poderes
estos que podran afectar el control realizado por la Iglesia Catlica. Y as,
muchas de ellas fueron torturadas y quemadas en las hogueras.
1.7 –
Inquisicin: tortura y punicin de las brujas
Durante la
Edad Media la tortura fue vista como un ritual, siendo este necesario para
obtener confesiones o informaciones consideradas importantes sobre casos de
brujera[77].
Sin embargo, adems de estas funciones, el ritual de tortura tambin tena otra
finalidad: mantener las personas bajo el control de la iglesia, puesto que por
medio de la prevencin general negativa, cuando una persona era torturada, las
dems personas tambin tendran miedo de seren sometidas a las mismas
prcticas, y as, no haran actos considerados de brujera. As, havia um objetivo mais profundo, que era
a manuteno da ordem[78].
Adems, la iglesia tambin estaba intentando
contener el poder de un grupo que podra amenazar su poder: la brujas[79].
Resltese
que los rituales de tortura del Medioevo eran bastante planeados de forma a hacer
con que las vctimas fuesen constreidas tanto fsica como psicolgicamente. Os
participantes tomam parte de uma performance que se d atravs de vrios meios
de comunicao, como a fala, os instrumentos de tortura e a tortura
propriamente dita[80].
Incluso, tales rituales eran marcados por la
racionalidad, puesto que haba una relacin entre los medios empleados por los
torturadores y el resultado que se pretenda obtener. De esta manera, cualquier
persona podra ser sometida al ritual de tortura y condenada a la muerte por
delitos considerados de brujera.
Obsrvese
que la intencin de la tortura no era verificar la culpabilidad de la acusada,
sino obtener su confesin. Para eso, la sospechosa era despida de sus ropas por
otra mujer considerada de buena reputacin y tena sus pelos raspados para que
se buscasen objetos embrujados ocultos en sus ropas y en las partes ntimas[81].
De la misma
manera, debera la casa de la sospechosa ser revistada completamente, por todos
los rincones, con la finalidad de hallar algn objeto que estuviese embrujado
por el diablo o por la propia bruja. Si esta fuese conocida, casi siempre los
objetos eran hallados. Y si no fuesen encontrados era porque la bruja los haba
ocultado muy bien. En el caso de la bruja ser detenida en casa, no era
permitido dejarla ir a su departamento puesto que podra traer consigo objetos
que las dejasen en silencio durante el interrogatorio.[82].
Otro punto
que llama la atencin es que la bruja era llevada para el lugar de su
interrogatorio de forma suspendida, puesto que se crea que, caso la bruja
tocase el piso, eso le daba poderes para libertarse de los inquisidores[83]
As, despus
de seren hallados los objetos, el juez aadido a otros hombres tambin
considerados de buena reputacin y larga fe, debera utilizarse de su capacidad
de persuasin para hacer con que la sospechosa hablase la verdad
voluntariamente. Resltese que muchas mujeres llegaban a confesar los crmenes
ms fantsticos por miedo de la tortura y de la muerte. En caso de no confesin,
debera la acusada ser atada a cuerdas y puesta en algn instrumento de
tortura. Sin embargo, los oficiales responsables por la tortura no podran demostrar
satisfaccin, pero que estaban emocionalmente perturbados con la tarea[84].
El grado de
tortura dependa del crimen practicado y todo era anotado por un funcionario
que registraba todo lo que haba ocurrido durante el interrogatorio[85].
Sin embargo, el instrumento utilizado para torturar y la manera de interrogar
cambiaban de acuerdo con cada caso concreto, para evitar que los acusados
acostumbrasen con las formas de tortura e impedir que escapasen del
interrogatorio[86].
Adems,
durante la tortura era observado por los inquisidores si la acusada tendra o
no capacidad de llorar. Si no llorase, era considerada bruja. Incluso aquellos
deberan observar con mucha atencin si no haba una simulacin de lloro, por
ejemplo, si la acusada mojase sus mejillas y ojos con saliva[87].
As, las lgrimas pasan de algo orgnico o biolgico para seren un regalo concedido
por Dios a aquellos que son penitentes. Como el diablo no quiere que las brujas
sean penitentes, scales, por medios de sus poderes, la capacidad de llorar. De este modo,
las brujas deberan morir quemadas en la hoguera como herejes. Y an: O Malleus recomenda que se evite o contato fsico e o olhar
direto com a acusada, pois atravs deste contato ela pode causar males e
realizar feitios[88].
Despus de
la realizacin de la tortura, la sospechosa era llevada para otro lugar, donde
era aconsejada nuevamente a confesar su culpa, en esta vez, sin la tortura y
violencia, bajo la promesa de que no sera muerta. No obstante, la muerte ocurra
en la casi unanimidad de veces. Si mismo as la acusada no confesase la
verdad, era llevada nuevamente a la tortura, que podra ser extender por das[89].
De esta
manera, la negacin de los dogmas cristianos por la brujas, segn los
inquisidores, llevaba a la prdida de la salvacin. As, la punicin funcionaba
como medio de purificacin de los pecados practicados en vida[90].
A partir del
siglo XIII, el Papa Inocencio VIII permiti la pena de muerte para los
herticos. As, A queima do
corpo e da alma pelo fogo santo era a melhor maneira encontrada de purgao,
iniciava-se na terra a punio daqueles que se desvirtuavam do que era
considerado cristo pela Igreja[91].
Con relacin
al juzgamiento de las brujas, podra ser hecho de manera conjunta, por
tribunales eclesisticos y civiles, puesto que el crimen de brujera perteneca
a las dos esferas, pues provocaba males temporales y violaban a la fe
cristiana. De este modo, los jueces deberan actuar en conjunto para juzgar,
sentenciar y castigar a las brujas[92].
Cuanto a la
condena, haba dos posibilidades: cuando la bruja era acusada de mala
reputacin, y se existan sobre ella grabes sospechas de la prctica de
crmenes, y si ella por si misma era considerada una fuente de peligro, por ser
lder de otras brujas, seria puesta en la prisin perpetua, a pan y agua, desde
que ella forneciese evidencias con relacin a las otras brujas. Sin embargo, la
acusada no podra saber que esta era su punicin, puesto que debera imaginar
que sera castigada con el exilio. La otra posibilidad afirmaba que despus de
su condena, la mujer continuara recibiendo la promesa de que continuara viva,
ya que colabor con los inquisidores. No obstante, despus de alguno tiempo,
debera ser muerta en la hoguera[93].
Por lo
tanto, con el Malleus Maleficarum
hubo la diseminacin del concepto de brujera por toda la Europa, siendo que
hasta la publicacin de este libro, no haba una normatizacin en el castigo de
las personas consideradas brujas. De este modo, la literatura, de manera inmensurable,
influenci en el derecho, y con esto millares de personas fueron muertas en las
hogueras.
CONCLUSIN
Inicialmente,
antes del Cristianismo tornarse la principal religin del Imperio Romano, existan varias religiones que
reverenciaban los elementos de la naturaleza. Estas ltimas eran libres, puesto
que las personas no estaban vinculadas a la idea de pecado y, con eso, haba la
posibilidad de manipulacin de la naturaleza para obtener sortilegios, curar
personas.
Sin embargo,
aunque el Cristianismo, a priori, tenga aceptado las prcticas campesinas,
existiendo los dos de forma conjunta y amistosa, con el tiempo y la afirmacin
de la fe cristiana como nica y verdadera por la Iglesia Catlica, empez una
ola de persecucin a aquellas personas que, presuntamente, tenan algn poder
sobrenatural y, por consecuencia, pactos con los demonios.
As,
influenciado por las filosofas aristotlica y tomista, y tambin por la Biblia Sagrada, surgi,
inicialmente, la figura de Heinrich Kramer, que segn el documentario Malleus Maleficarum[94],
fue el nico escritor del libro, siendo que la participacin de Jacobus
Sprenger era solamente en el
sentido de tornar el libro ms popular, puesto que l era ms conocido que Kramer, ya que era
decano de la facultad de Colonia, y como el suceso del Malleus dependa de la aprobacin de una universidad, Kramer haba
puesto el nombre de Sprenger en el libro para garantizar la aprobacin de los
decanos de la Universidad de Colonia, en Alemania.
El Malleus Maleficarum fue escrito despus
de la publicacin de la Bula Summis
desiderantes afectibus del Papa Inocencio VIII. O sea, en la bula no fue
mencionado el Malleus hasta porque l
an no tendra sido escrito. Sin embargo, Kramer se aprovecho de la aprobacin
papal para escribir el manual que consista en un total combate a las brujas,
que segn el libro, trataba de mujeres que tenan pacto con el diablo. Y por
que las mujeres? Porque ellas eran consideradas ms influenciables, puesto que
eran ms crdulas y su apetito sexual insaciable las tornaba ms aptas a se
tornaren devotas de Satn.
As,
cualquier conducta considerada extraa era capaz de llevar una persona a la
prisin, donde era torturada por medio de palabras y tambin con el uso de
instrumentos de tortura. Resltese que una forma de torturar la acusada era
mostrndola los instrumentos. De esta manera, muchas mujeres confesaban sus
crmenes sin al menos tener practicado alguno, puesto que el miedo de la
tortura y de la muerte hacan con que confesasen todo que los inquisidores
queran que confesasen.
De esta
manera, el Malleus Maleficarum torn
se una fiebre en la Europa, en los siglos XVI y XVII, siendo considerado la biblia del cazador
de brujas y presente en todos los juzgamientos de casos de brujera. En la
Amrica, el Malleus tambin
influenci en el juzgamiento de las brujas de Salem, donde 150 personas fueron
acusadas de brujera, siendo 29 condenadas y 19 ejecutados.
Hasta hoy no
hay comprobacin si realmente las brujas existieron (o existen). Sin embargo,
el imaginario trado por el Malleus
Maleficarum y la mente insana de Kramer, hice con que fuesen determinadas
las caractersticas y conductas consideradas de brujera, llevando millares de
personas inocentes a seren torturadas y muertas de forma extremamente cruel,
todo hecho en nombre de Dios.
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[1]
TEDESCO. Ignacio F. El acusado en el ritual judicial. Ciudad Autnoma
de Buenos Aires: Didot, 2014, p. 57.
[2] Ibd, p. 62-63.
[3]
BOTERO BERNAL, Andrs. Derecho y
Literatura: un nuevo modelo para armar. Instrucciones de uso. En:. Revista Peruana de Derecho y Literatura,
2008, pp. 46-54, p. 46
[4]
BOTERO BERNAL, Andrs; NARVEZ HERNNDEZ, Jos Ramn. A modo de introduccin: Derecho y Literatura, el seor y su amante.
En: BOTERO BERNAL, Andrs; NARVEZ HERNNDEZ, Jos Ramn et. Al. Cuentos sobre el Derecho. Libros en red, 2010, p. 07.
[5] dem.
[6] Ibd, p. 10-11.
[7] Ibd, p. 11.
[8] dem.
[9] KRAMER, Heinrich; SPRENGER, Jacobus. Malleus
Maleficarum. Traduccin:
MAZA, Floreal. Ediciones Orion p. 4-5.
[10]
MORA CONTRERAS, Leonardo Andrs. La mentalidad animista, el concepto
acumulativo de brujera y el Malleus Maleficarum. En: Revista Tiempo y Espacio,
2010, vol 21, p. 9.
[11]
IBARS, Eduardo Haro. A propsito de
martillo para las brujas – La brujera, delito comum. En: Tiempo de
la Histria, ao III, n. 35, 1977, p. 127-129, p. 128.
[12] PIRES, Joo Davi Avelar.
A inquisio e a feitiaria: a ritualizao
do interrogatrio e da tortura. En: Revista
Histria e Cultura, Franca – SP, vol 2, n 03
(especial), p. 560-573, 2013, p. 565.
[13] MORA CONTRERAS,
Leonardo Andrs. La mentalidad
animista, el concepto acumulativo de brujera y el Malleus
Maleficarum. ob.
cit. p. 09.
[14] PIRES, Joo Davi Avelar.
A inquisio e a feitiaria: a
ritualizao do interrogatrio e da tortura. ob. cit. p. 565.
[15] dem.
[16] dem.
[17] Ibd, p. 566.
[18] MORA CONTRERAS,
Leonardo Andrs. La mentalidad animista, el concepto
acumulativo de brujera y el Malleus Maleficarum. ob. cit. p. 21.
[19] Ibd, p. 22.
[20] DULTRA
DOS SANTOS. Rogrio. A
institucionalizao da dogmtica jurdico-cannica medieval. En: DULTRA DOS SANTOS. Rogrio
et. al. Fundamentos de Histria do
Direito, Belo Horizonte: Del Rey, 2012, p. 270.
[21] Idem.
[22] MORA CONTRERAS,
Leonardo Andrs. La mentalidad animista, el concepto
acumulativo de brujera y el Malleus Maleficarum. ob. cit. p. 02.
[23] Ibd, p. 03.
[24] Ibd, p. 06.
[25] Ibd, p. 07
[26] CELLA,
Sheila Maria Rosin. Diferentes vises do mundo e do corpo. En:
Revista da Educao Fsica/ UEM, 8 (1): 79-83, 1997. p. 80-81.
[27] MORA CONTRERAS,
Leonardo Andrs. La mentalidad animista, el concepto
acumulativo de brujera y el Malleus Maleficarum. ob. cit. p 13.
[28] Ibd, p. 08-09.
[29] Ibd, p. 09.
[30] Ibd, p. 10.
[31] PIRES, Joo Davi Avelar.
A inquisio e a feitiaria: a
ritualizao do interrogatrio e da tortura. ob. cit. p. 564.
[32] dem.
[33] MORA CONTRERAS,
Leonardo Andrs. La mentalidad animista, el concepto
acumulativo de brujera y el Malleus Maleficarum. ob. cit. p 15.
[34] dem.
[35] KRAMER, Heinrich; SPRENGER, Jacobus. Malleus Maleficarum. ob. cit. p. 07.
[36] Ibd, p. 08.
[37] dem.
[38]
BUENO DOMINGUEZ, Mara Luisa: La
brujera: los malefcios contra los hombres. En: Clio y Crmen, n 08,
2011, pp. 125, 142, p.130.
[39]
KRAMER, Heinrich; SPRENGER, Jacobus. Malleus
Maleficarum. ob cit. p.34.
[40]
BUENO DOMINGUEZ, Mara Luisa. La
brujera: los malefcios contra los hombres. ob. cit. p.130.
[41] dem.
[42] dem.
[43] Ibd, p. 131.
[44] dem.
[45] KRAMER, Heinrich; SPRENGER, Jacobus. Malleus
Maleficarum. ob cit. p. 49.
[46]
BUENO DOMINGUEZ, Mara Luisa. La
brujera: los malefcios contra los hombres. ob. cit., p.131.
[47] KRAMER, Heinrich; SPRENGER, Jacobus. Malleus
Maleficarum. ob cit. p. 49.
[48] Ibd, p. 49-50.
[49] Ibd, p. 50.
[50] dem.
[51]
BUENO DOMINGUEZ, Mara Luisa. La
brujera: los malefcios contra los hombres. ob. cit., p. 133.
[52] dem.
[53] Ibd,
p. 134.
[54] KRAMER, Heinrich; SPRENGER, Jacobus. Malleus Maleficarum. ob
cit. p. 54.
[55] Ibd, p. 14.
[56] dem.
[57] Ibd, p. 67.
[58]
BUENO DOMINGUEZ, Mara Luisa. La
brujera: los malefcios contra los hombres. ob. cit., p. 135.
[59]
MORA CONTRERAS, Leonardo Andrs. La mentalidad animista, el concepto
acumulativo de brujera y el Malleus Maleficarum. ob. cit. p.20.
[60]
CNDANO, Graciela. Reminiscencias
misginas en la literatura ejemplar: aspectos de lo maravilloso mgico en la
Baja Edad Media. En: Revista Acta Potica, 29 (2), 2008, pp. 213-227, p.
219.
[61]
BUENO DOMINGUEZ, Mara Luisa. La
brujera: los maleficios contra los hombres. ob. cit., p. 135.
[62] dem.
[63] dem.
[64] MORA CONTRERAS,
Leonardo Andrs. La mentalidad animista, el concepto
acumulativo de brujera y el Malleus Maleficarum. ob. cit. p. 19.
[65]
BUENO DOMINGUEZ, Mara Luisa. La
brujera: los maleficios contra los hombres. ob. cit., p. 135.
[66] KRAMER, Heinrich; SPRENGER, Jacobus. Malleus
Maleficarum. Vol II. ob cit. 26.
[67]Ibd.
p. 32.
[68] PIRES, Joo Davi Avelar.
A inquisio e a feitiaria: a
ritualizao do interrogatrio e da tortura. ob. cit. p. 563.
[69]
CNDANO, Graciela. Reminiscencias
misginas en la literatura ejemplar: aspectos de lo maravilloso mgico en la
Baja Edad Media. Ob. cit. p.
220.
[70] dem.
[71] Ibd, p. 221.
[72] KRAMER, Heinrich; SPRENGER, Jacobus. Malleus Maleficarum. Vol
II. ob cit. p. 32.
[73] Ibd, p. 23
[74]
CNDANO, Graciela. Reminiscencias
misginas en la literatura ejemplar: aspectos de lo maravilloso mgico en la
Baja Edad Media. ob. cit. p.. 224.
[75] PIRES, Joo Davi Avelar.
A inquisio e a feitiaria: a ritualizao do interrogatrio e da tortura. ob.
cit. p. 565.
[76] KRAMER, Heinrich; SPRENGER, Jacobus. Malleus
Maleficarum. Vol II. ob cit. p. 23.
[77] PIRES, Joo Davi Avelar.
A inquisio e a feitiaria: a
ritualizao do interrogatrio e da tortura. ob. cit. p. 561.
[78] dem.
[79] dem.
[80] dem.
[81] Ibd, p. 567.
[82] Ibd, p. 568.
[83] Ibd, p. 569.
[84] Ibd, p. 567.
[85] Ibd, p. 570.
[86] Ibd, p. 571.
[87] dem.
[88] dem.
[89] Ibd, p. 568.
[90] dem.
[91] dem.
[92] Ibd, p. 568
[93] Ibd,
570.
[94] Malleus Maleficarum,
documentrio de natgeotv.com Direccin: Robert Michaels. Disponble en:
https://www.youtube.com/watch?v=Bt1NddkM_UE Acceso en: 16 de octubre de 2015.