Buenos Aires, Junio 18 de 2004

Señor Director:

S. O. S. RIACHUELO - 2004

1. Cuadro de Situación

Por más espectaculares que sean los secuestros, robos y asesinatos de cada día, la inseguridad también es ambiental, y se cobra muchas más vidas que la violencia callejera.

Después de silencios cómplices y abandonos dolosos, las “aguas” del Riachuelo siguen bajando negras y macabramente contaminadas. Lo único que goza de buena salud es el olvido. Cualquier río es fuente de vida, pero el que nos ocupa es sinónimo de muerte, hoy induce silenciosamente el doble de fallecimientos en niños de los partidos de  la cuenca en la Provincia de Buenos Aires, y en los barrios de La Boca. Barracas y Villa Lugano de Capital Federal, respecto del promedio de toda la Ciudad de Buenos Aires.

El Matanza - Riachuelo tiene la longitud de un río (64 kms desde La Boca hasta Cañuelas),  la forma de un río y lleva el nombre de un río. Pero no huele como un río, ni tiene el aspecto de un río, y ni siquiera cumple con uno de los usos y costumbres más comunes en los ríos: tener peces. No es fuente de esparcimiento para los habitantes de su ribera, ni es navegable, y lo que es peor: no tiene agua, tiene cualquier otra cosa. Agua: líquido de aspecto prístino, transparente, insípido, inodoro, incoloro en pequeña cantidad y verdoso o azulado en grandes masas; que posee dos partes de hidrógeno y una de oxígeno. El Riachuelo lejísimo está de sati sfacer cualquier requisito.

Hasta el agua del pozo,  está contaminada por, los basurales, las filtraciones que comunican al Riachuelo con las napas freáticas y por los millones de pozos ciegos y cámaras sépticas que imperan en la zona, lo que acentúa la generación de graves enfermedades. Debiera prohibirse beber de las primeras napas.

Riachuelo: un “río” de 8.500 toneladas de hierro – chatarra que frenan el lento escurrimiento del mismo. Sacar y desguazar los 67 barcos inactivos y abandonados es un buen negocio, mientras que esperar a que se hundan para después reflotarlos y extraerlos es un tremendo negociado.

El fondo del “río” contiene, además de cascos de barcos, esqueletos de autos, basura de todo tipo, un lodo letal formado por venenosos metales pesados y sedimentados en concentraciones muy altas y muy alejadas de los porcentuales internacionalmente tolerados, con un espesor que en sitios llega a 7 metros de profundidad. Solamente entre el puente de la Noria y La Boca, existe un excedente de 4.000.000 metros cúbicos de barro contaminado resultante de desperdicios orgánicos e inorgánicos volcados por las industrias desde hace dos siglos.

Los terrenos de la Cuenca, depreciados, de bajo valor fiscal, convertidos en “tierras de nadie”, se han transformado aceleradamente en el asiento del bolsón de pobreza más extendido del país, donde se están contaminando las aguas subterráneas y los   alimentos   de   huertas,  granjas   o   manufacturados   en   el   lugar.   Vía   cadena alimentaria también nos están enfermando.

El crecimiento rápido y anárquico de barrios, villas y asentamientos ilegales de la Cuenca no se acompañó de las inversiones necesarias en infraestructura y servicios. Como consecuencia, existe un rápido aumento del número de personas que viven precariamente y en hacinamiento extremo, sin abastecimiento de agua, sin recolección de basura, sin eliminación de excretas ni de aguas residuales.

Los terrenos aluvionales de la Cuenca, muy bajos y densamente poblados, están sujetos a inundaciones periódicas que durante las sudestadas ocurren de manera rápida y dramática. La necesidad de socorrismo  y  evacuación  es habitual. Cuando llueve las letrinas rebosan y los basurales desparraman una variedad de sustancias peligrosas a las zonas de vecindad y a los cauces.

Los bajos inundables no debieron venderse ni poblarse.

Para bajar el nivel de contaminación del Riachuelo, antes que trabajar sobre sus “aguas” y su lecho, hay que hacerlo en su entorno, expandiendo la red cloacal pues el 55% de la población de la Cuenca carece de cloacas (es común la existencia de conexiones clandestinas de aguas servidas o residuales de cualquier otra índole a conductos pluviales), extendiendo la red de agua potable, pues el 35% de la población de la Cuenca carece de ella, introduciendo el servicio de recolección de residuos domiciliarios en los asentamientos (más de 12 con un total de 500.000 personas), eliminando los basurales (más de 100), y obligando a las industrias a una producción limpia o a construir plantas para el tratamiento de sus residuos. Solo el 3 % de las industrias que contaminan tienen instalados procesos de depuración.

El Riachuelo desemboca en el Río de La Plata, muy cerca de donde Aguas Argentinas tiene importantes tomas de agua para potabilizar, por ejemplo, en Bernal, a 2,4 km. y en Palermo a 1,1 km. de la costa. ¿Puede un río ser “cloaca y bebedero” a la vez ?. Es como si alguien hiciera desembocar la cloaca en su pileta y después de sacar un balde de esa  misma agua, con un tratamiento de cloro, se lo diera de beber a sus hijos                             

Un informe de la Auditoría General de la Nación (A.G.N.) sostiene que la empresa Aguas Argentinas, incumpliendo contratos, solo efectúa el tratamiento del 12% de los efluentes cloacales que recibe en las plantas norte y sudoeste. El resto de los efluentes son vertidos al Río de la Plata, a la altura de Berazategui, sin haber recibido el tratamiento adecuado para obtener los niveles de calidad que establece el marco regulatorio. Este informe revela también la falta de control en que incurriría el ETOSS.

El informe del Defensor del Pueblo de la Nación Eduardo Mondino, resalta también que en la Cuenca, Aguas Argentinas solo ejecutó el 24 % de la inversión comprometida en Febrero de 1997.         

Hoy, merced a la recesión, el “río” recibe un 25 % desde efluentes industriales (125.000 mts3 diarios a través de conductos cloacales, pluviales o directamente al suelo) y un 75 % desde efluentes cloacales (375.000 mts3 de aguas servidas por día) y se presume que no son más de 65 empresas las responsables de la contaminación no biodegradable del 80% del “río”, tóxicos sedimentables que permanecerán en el cause aún cuando cesen las descargas que le dieron origen. Si ocurriese la anhelada reactivación industrial, el citado 25 % se podría elevar a un 60 %.   

El Riachuelo tiene concentraciones de mercurio, zinc, plomo y cromo superiores en 50 veces a los niveles máximos permitidos. La concentración de E.Coli es similar al de una cloaca.

Estamos ante una cloaca a cielo abierto, detritos humanos e industriales, soberano foco infeccioso.

Contaminantes arrojados al “río”:  cadmio, mercurio, niquel, plomo, cromo, arsénico, selenio, fenoles, bencenos, tolueno, hidrocarburos clorados, pesticidas, herbicidas, plaguicidas, detritos humanos y animales, materiales orgánicos en suspensión, detergentes, etc.                       

Resulta imperioso que se haga público el listado de las 65 empresas responsables del 80 %  de  la descarga  de  efluentes  industriales  al  “río”  que  cita  el  P.G.A. (AR – 0136) el cual les otorgaba un plazo de 4 años para disminuir y controlar la contaminación industrial, con un crédito especial. Plazo que se venció, y nadie se hace cargo.

Lindante a La Boca, y cruzando el Riachuelo, en Dock Sud, se encuentra el muy peligroso polo petroquímico, iniciado en 1920, donde 50 empresas se agolpan en 260 hectáreas. Refinerías de petróleo, plantas de recepción y almacenaje de petróleo y sus derivados, plantas de recepción y almacenaje de productos químicos, planta de coque, central termoeléctrica, industrias de procesos,  empresas  de  transporte,  amarres,  areneras,    estaciones de servicio, un puerto con movimiento anual de 2700 buques y puentes de acceso con un movimiento automotor promedio de 5500 vehículos diarios.

Un importante accidente ígneo en este polo petroquímico haría desaparecer la ciudad de Avellaneda, parte de la Ciudad de Buenos Aires y los “afortunados sobrevivientes” maldecirían el aire hipercontaminado que deberían respirar.

Esta impresionante combinación hace de este rincón una de las áreas estratégicas más vulnerables  de  nuestro  país  desde  el  punto  de vista de seguridad nacional, y con los m ayores índices de contaminación del aire, cada tanto las nubes tóxicas provocadas por accidentes químicos obligan a desalojar a alumnos de las escuelas del lugar y muchos vecinos,  en particular niños, están sufriendo serias enfermedades, registrándose nacimientos con malformaciones congénitas.      

El agua y el aire, fuente y sustento de vida, al contaminarse, se han transformado en los criminales más peligrosos del planeta: matan 27.000 personas todos los días.

 

2. Contaminación y Salud

Según la Organización Mundial de la Salud: SALUD es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solo la ausencia de enfermedad o dolencia.

En la Cuenca, la situación es inquietante y alarmante.

El vecino no puede pescar peces porque no los hay, pero si puede contraer cuanta devastadora peste pulula en su entorno, sin embargo, trágicamente no existen estudios epidemiológicos ni toxicológicos sobre la salud de los habitantes en relación con el letal “río”.

7 millones de personas mueren cada año en el mundo por  enfermedades causadas por las aguas contaminadas.

El agua es nuestro alimento vital y el disolvente de todos los demás, regula la temperatura corporal, en todas las edades mantener una correcta hidratación es vital para la salud, transporta nutrientes a los tejidos y representa el 70 % del peso total de un individuo, pero nada hacemos por tener aguas seguras ni por el saneamiento de nuestros insalubres ríos, máxime sabiendo que menos del 3 % del agua disponible en el planeta es potabilizable.

Nuestro “río” nos horroriza, ya no sirve para alimentar, ni para recrear, entretener o refrescar a quienes habitan en sus orillas, solo sirve para envenenarlos.

El 30 % de la mortalidad infantil tiene origen en enfermedades hídricas, evitables con el abastecimiento de agua segura.

EL AGUA POTABLE SALVA MAS VIDAS QUE LAS VACUNAS.

La ONU señala que el 80 % de las muertes en los países en vías de desarrollo derivan del consumo del agua no potable y de falta de sistemas de saneamientos.

Las cifras golpean con especial virulencia a los menores de 5 años: 6.000 niños mueren a diario en el mundo de alguna enfermedad relacionada con el consumo de agua no potable y con las malas condiciones sanitarias (un niño cada 14 segundos).

Las parasitosis intestinales son especialmente frecuentes entre los niños, que las contraen por contacto directo con el polvo del suelo contaminado con huevos o por ingesta de alimentos crudos mal lavados. En ciertos grupos, más del 90 % de los niños pueden portar gusanos parásitos en sus intestinos, y muy pocos saberlo. Son causa frecuente de anemia. Algunos, como el Ascaris lumbricoides, pueden migrar más allá de la luz intestinal y provocar grave daño en el hígado, en los pulmones y aún en el cerebro.

La disposición sanitaria de las heces es indispensable para poder combatir la diarrea de la infancia, y su promoción es vital para mejorar la salud en los asentamientos. Los nitratos aparecen en el suelo y en aguas superficiales y profundas como consecuencia de la descomposición natural del material nitrogenado orgánico, proveniente especialmente de descargas de excretas y líquidos cloacales.

En las guardias pediátricas del conurbano son muy frecuentes los diagnósticos de metahemoglobinemia. Un estudio realizado en 1988 en el gran Buenos Aires arrojó niveles altos de nitratos en la mitad de las muestras, y niveles altos de bacterias en un tercio de ellas. El factor común en todos los casos lo constituyó el hecho de que la fuente de provisión era un pozo a primera napa y cercano al pozo negro de la vivienda propia o del vecino más próximo

Los nitratos presentes en el agua de las napas contaminadas, al ser ingerida por los niños, pueden transformarse en nitritos y generar un cuadro de cianosis grave, conocido como “síndrome del bebé azul” con riesgo de muerte.

En el largo plazo y combinados con otras sustancias, los nitritos, pueden también formar cancerígenos, en particular gástricos. Así mismo, los efectos del plomo, son de acción retardada, pudiendo provocar un tremendo déficit intelectual en el niño; en la misma dirección, el mercurio produce alteraciones neurológicas; el cadmio produce efisemas, alteraciones renales, anemias y cáncer de próstata; el arsénico motiva cáncer de piel  y  de  pulmón;  los   virus   entéricos   se   excretan   en  las  heces  y  pasan a las aguas transmitiendo hepatitis infecciosa tipo “A” y son muchos los agentes contaminantes que arrojados al “río” o al ambiente corrompen la salud del vecino, y sensiblemente al feto materno.

Las omnipresentes moscas son cada vez más difíciles de combatir. Su importancia debe enfocarse en que son portadoras de bacterias fecales en sus patas, y contaminan con ellas alimentos, utensilios y superficies, propagando enfermedades diarreicas.

Con abundancia de aguas estancadas, y bajo condiciones biometeorológicas adecuadas, es común la proliferación de mosquitos. Hay meses en que constituyen uno de los motivos de mayor molestia e irritación para los habitantes de la cuenca. El más corriente es el Culex pipiens. Si bien no es agente de enfermedades severas, es frecuente que el rascado asociado a la mala higiene condicione una piodermitis que puede ser potencialmente severa especialmente en los niños.  El  Aedes  aegypti,  vector del dengue, otrora tropical, ya está instalado entre nosotros. Es el mismo vector de la fiebre amarilla, enfermedad que en siglo XIX produjo una mortandad enorme en Buenos Aires.

La ausencia de saneamiento apropiado conduce a enfermedades diarreicas, que sumadas a la desnutrición, al hacinamiento, al estrés mental severo y a la exposición al frío, predisponen a una gripe potencialmente mortal. La gripe es el eslabón final de una cadena de dificultades más profundas. Por lo tanto, el diagnóstico de una mera gripe, que puede mal interpretarse como no vinculada a las condiciones del ambiente humano de la cuenca, debe ser entendido con un criterio epidemiológico más amplio.

La pobreza y la mala salud son fenómenos interrelacionados. La esperanza de vida al nacer está cayendo debido a la exposición de su población a agentes físicos y químicos diversos. Favorecidas por descalabros ecológicos, emergen nuevas enfermedades transmisibles – el SIDA es la más conocida – y reemergen con creciente incidencia la tuberculosis, el cólera, el paludismo, el dengue, la fiebre amarilla y otras.

Al momento de la quema en los basurales de la Cuenca, puede haber exposiciones peligrosas a hidrocarburos aromáticos policlorados que por contaminar el aire (dioxinas carcinogenéticas), el agua y los alimentos, cuando se absorben, se acumulan en grasas corporales y son potentes carcinógenos.

Los roedores, que abundan en estos sitios, aumentan el riesgo de leptospirosis y la hantavirosis que generan muerte en el 50% de los casos, y sería muy extensa la narración de todas las causas que nos enferman o nos matan de distinta forma. 

3 millones de personas mueren en el mundo cada año por respirar aire contaminado.  

Ya no es discutible que los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera aumentan peligrosamente y que, de continuar fuera de control, podrían con el tiempo provocar el fin de la vida en la tierra, sin embargo acordar soluciones adecuadas y equitativas no parece fácil.

Pululan infinidad de bacterias de temibles enfermedades. Este desastre ecológico, patética cloaca a cielo abierto con pútridas miasmas, degrada  2300 km2 que lo entornan (11 veces la superficie de la Capital Federal), troncha vidas, contraría las normas de salud pública y desvirtúa las más elementales normas urbanísticas con un epicentro como es La Boca,  designado “lugar turístico  de interés general”.

Esta enorme perversidad es directamente proporcional a la excesiva mediocridad de los responsables que la consintieron y la consienten. 

Un estudio científico por monitoreo continuo del aire realizado en Dock Sud entre 12/2001 y 03/2003 con financiamiento del gobierno japonés, dio resultados escalofriantes, halló concentraciones muy elevadas de benceno, metano, tolueno, xileno y otros hidrocarburos de alta peligrosidad para la salud por su comprobado efecto cancerígeno, también se halló un elevadísimo porcentaje de plomo en sangre en niños de la zona, lo cual puede generar en los mismos un severo retraso mental, hallándose también mucho cromo en orina. No buscamos victimar a las empresas, pero tampoco queremos que éstas nos perjudiquen a nosotros. El Estado debe tutelar y promover el bienestar general y no cede r ante la infame presión de las muchas empresas y organismos implicados.

En la Cuenca, con alguna rutina se analiza el agua, muy esporádicamente el aire, pero no nos consta que se estudien los efluentes de cada industria ni la sangre de la población ribereña, pues se evidenciaría definitivamente a los responsables, por acción u omisión, inculpándolos con nombre y apellido.

Manifestó el Dr. Daniel Sabsay, que la falta de voluntad política para realizar estudios epidemiológicos y toxicológicos oficiales en la Cuenca,  seguramente está vinculada a la necesidad de ocultar la comisión de delitos.

3.  El "leisser fair" como causa – Asociaciones ilícitas 

El proceso de industrialización iniciado en el año 1800 conjuntamente con la permisividad clandestina de basurales y asentamientos, creció al mejor estilo “laisser fair” convirtiendo al Riachuelo en una lacra. Hoy, gruesas capas de petróleo y grasas lo inundan, impidiendo la penetración de la luz y, por lo tanto, todo proceso de fotosíntesis.

Este informe pone en evidencia una espuria asociación ilícita entre el poder económico contaminante y el poder político encargado de  ejercer el poder de policía de su jurisdicción. Arrojar metales pesados venenosos al río es delito cuyo castigo es prisión de cumplimiento efectivo, pero no existen casos ejemplificadores. La profusión de leyes sancionadas y no aplicadas, sistemáticamente, muestran precisamente y de manera abrumadora, las violaciones permanentes al derecho por parte de los particulares y de quienes debieran vigilar y controlar en ejercicio del poder de policía.

- CONNIVENCIA QUE NO TOLERAMOS MAS –

Hoy, el discurso político infiere que hay que sanear la Cuenca Matanza – Riachuelo, pero la realidad muestra que hay consenso entre los sectores económicos y políticos para que los  “grandes contaminadores” lo sigan haciendo, incluso también para pequeños talleres clandestinos que vuelcan sus ácidos en los desagües pluviales.

También se reconoce una grave indefinición legislativa debida a la superposición de diversas normas de distinto origen, lo que produce vacíos e inconsistencias normativas, dificultando aún más el ordenamiento y el contralor de la Cuenca. Son 55 normas de  diferentes  jerarquías  que  constituyen  un  glosario de  buenas intenciones y un híbrido jurídico que se anula a sí mismo. El Dr. Daniel Sabsay lo califica de mamarracho jurídico, pues se llega a la anomia, falta de normas, por exceso de las mismas, motivando un gran descontrol.

Las muchas y muy heterogéneas jurisdicciones competentes, han tornado asistemática e ineficiente la auditoría de la zona, solo sirven para generar más ventajas a los infractores,  (suman 36 los organismos con competencia o jurisdicción sobre el área: 9 entes nacionales, 8 entes de la Ciudad de Bs. As., 8 entes de la Provincia de Bs. As. y 11 Municipios) y a la hora de hacerse cargo, nadie quiere “atajar el penal”. ¿Habrá municipalidades que contaminan?.

Una principal causa de contaminación es también que el 40% de la población total del país se concentra en Capital Federal y Gran Buenos Aires, generando dificultades para la provisión de agua, alimentos, redes cloacales, circulación de mercancías, de personas, máxime que grandes y hacinados asentamientos lo hacen en inmediaciones de parques industriales, sobre terrenos a veces ya contaminados e inundables.

 

4. Deuda Externa para un Saneamiento Inexistente – Desvío de Fondos

En la Biblia, Jesús se encolerizó con los prestamistas y los expulsó del Templo. Luego, Shakespeare vilipendió al usurero Shylock en “El Mercader de Venecia”. Sin embargo hoy, el capital global impulsa préstamos que recaen sobre la población pobre de países pobres como nunca antes, aumentando la brecha entre Sur y Norte, acelerando la crisis de la deuda y precipitando el caos económico, social y ecológico a gran escala, todo lo cual no sería posible si no contaran con la complicidad, ineficiencia y corrupción de las administraciones locales.  

De los 250 millones de DÓLARES que el BID tenia dispuestos para las obras de saneamiento (crédito 1059/OC ar año 1997 para amortizar en 20 años), hoy quedan 90 millones a refinanciar, pues 150 millones fueron inconsultamente desviados a "planes sociales". Únicamente se aplicaron a la Cuenca 7 millones de dólares. de los cuales sólo 1 millón se destinó a obras, pues el saldo se aplicó a estudios de consultorías y pagamos en concepto de tasa de compromiso (multa por no usar el préstamo) la suma de 6 MILLONES DE DÓLARES!!!! Es intolerable que el Presupuesto Nacional 2003 haya destinado CERO PESOS para aplicar la degradación, fuente de infinitas enfermedades, inseguridad creciente y atraso socio-económico, es indignante que con total descaro nos quieran  explicar que no tenemos dinero para hacer obras en el RIACHUELO, cuando sí lo tenemos para pagar intereses punitorios por no usar el dinero que nos dieron para hacer obras en el RIACHUELO, y es desconcertante que ese dinero está disponible y sin utilizarse  desde  1997.  Aunque  sea  increíble,  es  notoria  la  enorme  presión  de  algunos centros de poder económicos para sostener el statu quo y que el Riachuelo siga siendo el gran vertedero de venenos.

Frente al dolor humano, es inadmisible el crematístico argumento que se refugia en las dificultades económicas como problema de fondo para no lograr el saneamiento y remediación de la Cuenca hídrica, “no hay plata”, “no alcanza”, “no hay crédito”, fueron frases repetidas por las autoridades “responsables”. Pero aún con un préstamo millonario, tampoco se hicieron las obras.

El 90% del dinero disponible, está destinado para gastos de personal y el resto   para  insumos  y  mantenimiento  del  edificio  que  el  Comité  Ejecutor  Matanza  –

Riachuelo (CEMR) ocupa en Avda. Alte. Brown 1378/90. Este es un organismo que solo se mantiene a sí mismo, cubriendo casi exclusivamente su actividad burocrática.   

     

5. Derechos afectados - Violación a los DDHH

Nuestra Constitución Nacional en su art. 41 dice “Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y tienen el deber de preservarlo”, incluso mediante recurso de amparo conforme al art. 43 de la Carta Magna. Derecho reconocido también por la Constitución de la Pcia. de Buenos Aires en su art. 28 y por la Constitución de la Cdad. de Buenos Aires en sus arts. 26 al 30.

El delito ambiental es un delito social, pues afecta las bases de la existencia socio económica, atenta  contra l as materias y  recursos  indispensables  para  las actividades productivas y culturales, y pone en peligro las formas de vida en cuanto implica destrucción de sistemas de relaciones hombre – espacio.

Las 55 normas de distintas jerarquías, de las cuales algunas se contraponen entre si, y  las 39 jurisdicciones con competencia en la cuenca, conducen al desorden.-

El derecho a la vida esta seriamente cuestionado, hecho que se denuncio ante toda repartición inherente a los DDHH, incluso ante la A.P.D.H. donde obtuvimos por unanimidad el apoyo de toda la Mesa Directiva.-

 

6. Recomposición ambiental

Lo más justo y razonable sería que todas las empresas contaminadoras, además de adecuar sus efluentes, aportaran a un súper fondo de recomposición como el caso de la General Electric CO. que deberá limpiar el río Hudson del PCB que esa compañía vertió al cauce por más de dos décadas.

Fábricas y empresarios se beneficiaron económicamente durante muchísimos años cargándole al  Riachuelo  y  a  la  sociedad los residuos que ellos no trataban. Esta es una forma simple y despreciable de obtener ganancias, por industrias que  luego  aparecen  financiando  campañas  políticas  y a fundaciones que organizan foros ambientalistas, pero con el objetivo de: no señalar responsables, hacer que la catarsis del vecino no trascienda, esmerilar y monitorear permanentemente su capacidad de protesta, tratar de contener la tremenda indignación y el gran hartazgo del poblador ante tan viles comportamientos de los dirigentes, distraer y correr el verdadero eje de atención, y no permitir hacer foco en las soluciones de fondo. Hoy la sociedad va por un clamoroso NO VA MÁS. La recomposición del daño ambiental, debiera necesitar una cobertura de seguro para paliar los costos de la indemnización, así los controles y contra controles serán permanentes, ya que el empresario va a tomar todas las prevenciones necesarias para minimizar su prima y la compañía de seguros va a cerciorarse de que las tome para no tener que responder – pagar, y así se cerraría el circuito. Los daños ambientales son imprescriptibles y deben indemnizarse para su reparación, caso contrario se legitimaría un enriquecimiento sin causa y consolidaríamos definitivamente el delictivo vicio de contaminar.

En defensa de estos derechos debiera otorgarse el beneficio de litigar sin gastos, pues de no ser así, sería ilusoria la protección y legitimación prevista en la Constitución por la imposibilidad de asumir los elevados costos propios de este tipo de juicios.

El objetivo final es ir por una recomposición ambiental y no por un resarcimiento patrimonial que por lo general  no  alcanza para sanear el daño o se desvían los fondos a otros destinos. El artículo 41 C.N. agrega: “el daño ambiental generará prioritariamente la obligación de recomponer, según lo establezca la ley”. Quien no acate la legislación ambiental, debiera ser acusado además, de eco-dumping (exportar por debajo del costo doméstico al no asumir los costos ambientales) y el presidente de la empresa contaminante debiera ir preso.                             

 

7. La conducta oficial

En este análisis es inseparable lo social, de lo económico y de lo político.

Es moneda corriente que las partes involucradas no asuman responsabilidades, busquen mantener e incrementar  sus  privilegios  y  culpen  de todos los males a los otros. Es lo más común el ocultamiento de información oficial, pero ciertas asquerosidades no necesitan cifras para ser percibidas.

Nuestro Riachuelo está muy enfermo de pudrición,  pero ¿qué patología padece nuestro sistema administrativo y nuestra clase dirigente que en más de 120 años no pudieron revertir tan horrenda y lacerante problemática?  La incuria de los desaprensivos es cada vez mayor. La inconducta es netamente cruel y abyecta. La hipócrita consigna siempre fue: hagamos como que hacemos.

La historia del Matanza – Riachuelo es la historia del modelo político – económico prevaleciente, depredador de los recursos naturales y de la propia vida humana, en pos de un lucro pecuniario máximo. Basta de anteponer el interés particular a los del bien común.  “Donde no planifica el Estado en función del bien común, planifican los particulares en función de sus propios intereses”.

La lucha por el saneamiento y el dragado son batallas contra la corrupción, la burocracia, la incapacidad, la apatía y la mentira; es en definitiva una lucha emblemática contra la mediocridad.

Existen muchos funcionarios funcionales a la “matanza del Riachuelo”.

Funcionarios e instituciones intentan justificarse pero son inauditas las disfuncionalidades, omisiones, negligencias, impericias profesionales, malgasto del tiempo como de los recursos disponibles y la tremenda insensibilidad social puesta de manifiesto.

Las autoridades y el sistema en general parecen sordos, ciegos e inconmovibles ante tan graves, precisas y reiteradas denuncias. Resulta inaceptable, desde todo punto de vista, técnico – científico, y socio – institucional, la actitud de los funcionarios  de  todas  las  administraciones  gobernantes.  Ya   hace  140  años   Domingo Faustino Sarmiento, gran propulsor de obras públicas, fomentaba la construcción de cloacas y la provisión de agua corriente, manifestando que el costo de dichas inversiones eran muy inferiores a lo que se gastaba en salud por no contar con esas imprescindibles instalaciones sanitarias. Hoy la brecha de costos se agrandó aún más a favor de la construcción de la obra pública, en virtud de que los valores de medicina se hicieron muy onerosos y lo opuesto ocurrió con las construcciones sanitarias. Resulta intolerable, en una sociedad civilizada, privar los servicios de agua potable y cloacas, pues son derechos humanos elementales y prioritarios. La importancia que una sociedad y su dirigencia le otorga al tema, se ve reflejada indefectiblemente en los recursos que se destinan para la atención del mismo.

Lentitud e ineptitud, son signos de decrepitud. La vieja clase dirigencial  no está demostrando la capacidad que nuestra mínima expectativa reclama. Es hora de transformar lo gastado por consultorías, estudios técnicos, análisis internacionales, investigaciones de factibilidad, censos, ambientología, lecturas de estratos profundos, etc.; en inversión, concretando los objetivos que le dieron origen.

La Cuenca Matanza – Riachuelo no está subdiagnosticada, está subejecutada y subadministrada por algunos FUNCIONARIOS QUE SON LA DEFUNCIÓN.

El capitalismo salvaje por un lado, y la pobreza y el atraso por el otro lado, más las ausencias de criterio político, de estado de derecho, y de ESTADO, son los factores que causan la degradación del medio ambiente que entorna el Riachuelo, con sus nefastas consecuencias.

Tras muchísimos años de alentar falsas expectativas, la conclusión más suave a la que pudimos arribar es que los funcionarios juegan al distraído, que prefieren suponer que no les compete, que aprendieron a  conjugar  muy bien el verbo “ zafar “, y que solo fingen sensibilidad en épocas pre-electorales.

El Gobierno Nacional, el de la Provincia de Buenos Aires con algunos de sus municipios y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires nos adeudan históricamente muchísimo respeto. Es gravísima la inacción oficial. Es una herida abierta e infectada generada por todas las administraciones que han pasado por el poder.

Los señores funcionarios, saben que necesitamos hechos y soluciones inmediatas y concretas, pero no les importa. El Estado, es verdugo y víctima, es testigo y actor, es juez y parte, y es el eterno ausente o cómplice. ¿Hasta cuando? La Cuenca Matanza – Riachuelo es el paradigma de la contaminación y de la degradación que generan las políticas públicas y privadas cuando son equivocadas o no existen. Es un ejemplo de derroche, falta de prevención y desvergüenza.

El ESTADO está capturado por una elite de líderes privados y públicos que lo ponen a su servicio, motivo por el cual no está al servicio de los ciudadanos.

El expediente administrativo Nº 10.110/CEMR/01 propicia un proyecto de Decreto Nacional creando una autoridad de Cuenca con poder de policía  para el control de contaminación hídrica en el ámbito de la Cuenca Matanza – Riachuelo, pero nadie se ocupó ni se ocupa de concretarlo.

La situación que este informe describe fue denunciada ante el Defensor del Pueblo de la Nación con actuación Nº 9924/02; ante el Defensor del Pueblo de la Ciudad de Bs. As. con actuación Nº 7376/02; en Policía Federal, Departamento Delitos Ecológicos, incorporado en la causa Nº 782 del Juzgado Federal Nº 2 de Lomas de Zamora – Secretaría Nº 4 – Fiscalía Federal Nº 1. Además fue denunciado en Presidencia de la Nación, Jefatura Gabinete de Ministros, distintos Ministerios y organismos nacionales como el CEMR, el INA, Fiscalía de Investigaciones Administrativas, Sindicatura General de la Nación, Auditoría General de la Nación, Oficina Anticorrupción, Secretaría d e Derechos Humanos, Presidente de la Cámara de Senadores de la Nación, Presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, entre otros; ante el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Bs. As. y las secretarías responsables del tema, Auditoría General de la Ciudad de Bs. As., Sindicatura General de la Ciudad de Bs. As., Presidente de la Legislatura porteña, entre otros; ante el Gobierno de la Provincia de Bs. As. y ministerios respectivos, Fiscalía de Estado de la Provincia de Bs. As, Auditoría de la Provincia de Bs. As, Autoridad del Agua de la Provincia de Bs. As, Aguas Bonaerenses S.A., Organismo Regulador de Aguas Bonaerenses, Presidente de la Cámara de Senadores de la Provincia de Bs. As, Presidente de la Cámara de Diputados de la Provincia de Bs. As., Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Bs. As., entre otros. En todas las comisiones de ecología, medio ambiente y salud que funcionan en la Legislatura Porteña, el Congreso Nacional y el Palacio Legislativo de la Provinc ia de Bs. As. Así mismo en: OMS – OPS, UNICEF, A.P.D.H. (Asamblea Permanente por los Derechos Humanos), Defensoría del Pueblo de Avellaneda, Defensoría del Pueblo de Quilmes. También en distintos medios de comunicación masiva y en internet.

Sin voluntad política, todas las alternativas y/o propuestas de solución que se intenten, semejarán la cola en la boca de la serpiente devorándose a sí misma.

Al funcionario público le exigimos soluciones, que cuando hable a la sociedad explique lo que está haciendo para transformar esta triste realidad, y se inhiba de narrarla haciéndose el inocente. Para contarla estamos quienes la sufrimos y el periodismo.

El 4 de Diciembre de 2003 el Defensor del Pueblo de la Nación,  Eduardo Mondino, presentó en conferencia de prensa su informe especial sobre la Cuenca Matanza – Riachuelo, motivado por nuestra denuncia, al que se puede acceder entrando en la página web de la defensoría:  www.defensor.gov.ar   y leer 284 páginas sobre el particular, con un grado de síntesis, minuciosidad y profundidad como nunca antes se había hecho. Asociación de Vecinos La Boca agradece a la Defensoría Nacional y a todos los que participaron de la emisión del citado informe, pues es hasta la fecha,  el único trabajo que ha tomado el tema con la seriedad que amerita, pero funcionarios y políticos no se han dado por aludidos.

Desde Noviembre de 2002 se encuentra vigente en el país la Ley de Política Ambiental Nacional que obliga al Poder Ejecutivo a presentar un informe sobre la situación ambiental del país ante el Congreso de la Nación y preocupa que no existan indicios de cumplimiento.

La Cuenca Matanza – Riachuelo es paradigmática por la fragmentación de las visiones en tiempos y espacios, cegueras políticas y planteos burocráticos, que han dejado como resultante uno de los más alarmantes problemas ambientales de la salud pública, urbanísticos y sociales que padece el país, permaneciendo expuesto a un riesgo cierto de catástrofe ambiental de inimaginables consecuencias y todo porque se ha sacralizado la renta económica, por encima de cualquier otra consideración. Invocando el desarrollo, o fuentes de trabajo, se toleraron conductas homicidas para la salud colectiva de la población y del medio ambiente.

Esta permanente mueca de procacidad y desprecio por el otro, es el sino trágico del caso de la Cuenca Matanza – Riachuelo, y nos provoca un gran desasosiego nuestra impotencia para revertir realidad tan perniciosa. 

                           

8. Exhorto -Propuesta

Necesitamos urgentemente concretar las obras de saneamiento que irremediablemente mejorarían de manera definitiva la calidad de vida de 5.000.000 de personas que habitamos la cuenca Matanza – Riachuelo, pues rápidamente generarían enormes fuentes de trabajo, elevando el nivel de seguridad de todo el sur capitalino y conurbano bonaerense, con solo ordenar, limpiar e iluminar la cuenca, agregando una excelente repercusión en la salud de la población ribereña. Si a esto sumamos la construcción de nuevas viviendas y sus servicios sanitarios más una industria limpia, repotenciaríamos  positivamente la vida de la región, en un lapso muy breve.  

Reclamamos un respaldo unánime para generar un fuerte movimiento, una RED prestigiosa, inteligente y pujante de ONG´s, universidades, cámaras empresariales, colegios profesionales, y toda aquella institución que entre sus objetivos pueda estar el defender la  “VIDA” de 5.000.000 seres humanos que habitamos la Cuenca Matanza – Riachuelo, 15% de la población de la República Argentina, más todo el resto de la ciudadanía por el efecto “derrame difusivo”. 

Asociación de Vecinos La Boca, desea fervientemente que un grupo solidario, multisectorial, transdisciplinario y representativo, intente con capacidad de lucha y de gestión, socorrer y salvar la degradante proyección de nuestro “río”, persuadiendo al poder político e iniciar así esta titánica y meritoria tarea. No descartamos generar un proyecto de iniciativa popular con firmas, aunque esperamos que no sea necesario. 

Estamos plenamente convencidos que si la sociedad en su conjunto no asume el protagonismo ante esta histórica y calamitosa afrenta pública, la misma se puede eternizar. 

La bomba ambiental del Riachuelo ya estalló estrepitosamente con la epidemia de cólera en 1867 y las 16.000 humanidades que ya se cobró en 1871 con la epidemia de fiebre amarilla. Producto del avance de las ciencias médicas, los productos farmacológicos, controlan mejor las enfermedades producidas por la contaminación y generalmente no impactan hoy con muertes rápidas, pero sí nos deterioran, debilitan y matan lenta, progresiva e infaliblemente.

La bomba ambiental estalla silenciosa y continuamente todos los días. El impacto en la población es inadmisible y configura una fatal realidad, el tejido social enfermo y el círculo vicioso de la miseria ya requiere imperativamente una urgente e impostergable intervención transdisciplinaria para su recuperación. MATANZA – RIACHUELO: por antigüedad, gravedad, extensión, número de víctimas y damnificados, actores involucrados, factores  de  poder  concurrentes, trascendencia mundial y nivel imponente de abandono ES LA GRAN VERGÜENZA NACIONAL, máxime si se lo relaciona con la capacidad potencial de la región.

Asociación de Vecinos La Boca, apela a toda  la sociedad, necesitamos hacer oír nuestro grito de socorro, buscamos amplificar y repotenciar con la comunidad nuestro dolor por la única catástrofe ecológica que en el mundo va a cumplir dos siglos sin que el Estado se ocupe de erradicarla. La transversalidad e interdisciplinaridad del tratamiento de los temas ambientales, convocan a la interacción de diferentes actores y disciplinas      

Asociación de Vecinos La Boca propone que las instituciones que consideran entre sus objetivos pueda estar el saneamiento de la Cuenca Matanza – Riachuelo en todos los aspectos que hagan al habitat y la ecología, tomen la antorcha, presionen positivamente y adhieran a una RED que tendría como metas básicas:

  1. Proveerle a esta temática el rango de  “POLÍTICA DE ESTADO”, por acuerdo entre el Presidente de la Nación, el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires y el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, recurriendo de ser necesario a la Corte Suprema de Justicia en defensa de los Derechos Constitucionales, como clara manifestación de voluntad política.
  2. Promover la instalación en las agendas políticas de los Gobiernos: Nacional, Provincial, Municipales y de la Ciudad de Buenos Aires, el objetivo del saneamiento de la Cuenca Matanza – Riachuelo.
  3. Promover que el compromiso de estas autoridades sea:

ü      Otorgar desde el gobierno una estructura jurídica con capacidad de financiación y de gestión, que enfatice el concepto de unidad y autoridad de cuenca (Ley 25688), superando las gestiones  jurisdiccionales, parciales o fragmentarias, CENTRALIZANDO EL PODER DE POLICIA para que haga posible avanzar en el proyecto de saneamiento de la misma, hacia un objetivo integral de desarrollo (Expte. Administrativo Nº 10110/CEMR/01), sin quitar responsabilidades a ninguna de las jurisdicciones.-

ü      Asignar desde el gobierno partidas presupuestarias destinadas unívocamente al mejoramiento de la Cuenca en sus aspectos ecológicos y de habitabilidad. Recuperar el préstamo original del B.I.D.

      Concretar desde el gobierno la revisión del Plan de Gestión Ambiental de la Cuenca y en base a las conclusiones implementar un firme plan de acción.

     Ejecución del Plan de Acción Ambiental.

4.  Peticionar información sobre la Cuenca.

5.  Impulsar la defensa de los derechos constitucionales sobre la misma.

6.   Lograr una representación ecuánime dentro de la estructura jurídica, respecto de la Nación, la Ciudad de Buenos Aires, la Provincia de Buenos Aires, los Municipios con competencia, cámaras empresariales, Universidades, ONG´s y colegios profesionales. Es necesario un propósito articulador.

7.   Concebir la Cuenca del Matanza – Riachuelo como eje vertebrador de gran potencialidad para el AMBA (Area Metropolitana de Buenos Aires), es una oportunidad de desarrollo social, urbanístico, económico, industrial y ecológico, capaz de recuperar las potencialidades del conurbano sur.

Asociación de Vecinos "La Boca" (I.G.J. Nº 1.707.122;  R.O.A.C. Nº 179)

Alfredo Alberti, Presidente; Cristina Fins, Vicepresidente; Juan C. Penco, Secretario
Aristóbulo del Valle 282 – (1161) Cdad. de Bs. As.; Te: 4361-9687; Tel/Fax: 4301-6313/4014
e- mail: [email protected]
[email protected]

Fuentes: Clarín, La Nación, La Prensa, Rev. Unica, Mundo Hospitalario, OMS, ONU, BID, Defensoría del Pueblo de la Nación, Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires,  Plan  de Gestión Ambiental y de Manejo de la Cuenca Hídrica Matanza – Riachuelo (1995),  Comité Ejecutor del Plan de Gestión Ambiental y de la Cuenca Hídrica del río Matanza – Riachuelo (Anexo 1999)