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REVISTA PERSONA
 
Estimados:
 
En los últimos días hemos asistido a una presentación judicial de la madre de una joven discapacitada, embarazada por una supuesta violación, que solicitaba el permiso para que se le realizara un aborto.
 
Ante esta situación, me cabe realizarme unas cuantas preguntas:
 
  1. ¿Cual es el grado de discapacidad? (hay casos de discapacidad leve en que cuidan de sus hijos mejor que una persona normal) 
  2. ¿Se trató realmente de una violación? (como podemos saberlo?)
  3. ¿Cual es el grado de consentimiento que esta joven puede haber prestado? (si es discapacitada mental, es probable que no haya evaluado las consecuencias y haya consentido inocentemente) 
  4. ¿Es consciente la joven de su maternidad? ¿Desea cuidar a su hijo? ¿Necesitará la ayuda de los abuelos para cuidar de él? (la ayuda de los abuelos es necesaria en casi todos los casos de madres solteras en los que el padre biológico es irresponsable).
  5. Si la joven posee un grado alto de discapacidad mental, y no es consciente de sus actos, su maternidad y las consecuencias, ¿no constituye una posibilidad cierta el dar al bebé en adopción?
  6. ¿Y el violador? ¿Por qué nadie realiza una presentación judicial en su contra?
  7. ¿Y el bebé? ¿Por qué razón desean los abuelos eliminarlo? ¿Constituye un peligro para alguien? 
  8. ¿Hay consecuencias sociales (repudio, etc.) que puedan acusar a la joven de tal modo de generar un castigo para ella?
  9. Los nueve meses de embarazo ¿constituirán quizá un trauma para la joven? ¿Cómo es posible si es discapacitada?
  10. ¿Atender a una joven durante los nueve meses de su embarazo resulta una carga económica intolerable para los abuelos?
Todas éstas y más preguntas vienen a mi mente, y supongo que también a la mente de los jueces que deben dar un veredicto (aunque en nuestro país el aborto no está legalizado, por lo cual también me cuestiono el motivo de acudir a la justicia).
 
Ahora bien, el motivo de esta carta es cuestionarme la difundida actitud de medios masivos de comunicación de lanzar encuestas en sus publicaciones, solicitando la opinión del público acerca de "si están de acuerdo o no" con que se permita el aborto en este u otros casos. Público que no posee la mínima información jurídica para verter una opinión. Pero, además, ¿Se nos pide una opinión sobre si estamos de acuerdo en matar a alguien o no? ¿Desde cuando la vida de una persona se decide por votación de un público, además ajeno a la causa que se debate en tribunales?
 
Esto es francamente intolerable, y no puedo entender como nadie se queja, ningún abogado conocedor de las leyes se opone a esta actitud mediática de realizar encuestas tan aberrantes en las que está en juego la vida de una persona, además inocente. Es decir, que si el día de mañana a algún ciudadano se le ocurriera realizar una presentación judicial para pedir la muerte del presidente (ya sé que es inconstitucional, pero el aborto también), a los pocos días tendríamos encuestas en los diarios para votar si estamos de acuerdo o no. Y supongamos que los que están de acuerdo fueran mayoría, ¿los jueces encargados de la causa deberían tener en cuenta el resultado de estas encuestas?
 
Ignoro los resultados de las encuestas que en este caso de la joven discapacitada lanzaron en sus webs infobae, clarín, etc., porque no he tolerado ni siquiera ingresar a dichas webs. Y espero que el resultado no haya influido en la decisión de los jueces. Y tampoco en la opinión del pueblo. La vida de cualquier persona, no se decide por encuestas.
 
Espero también que algún abogado se decida a impedir que estas encuestas infames se sigan repitiendo desde los medios de comunicación.
 
Un saludo cordial
 
Adriana Baretta