Al Sr. Director:
Luego de uno de mis repetidos viajes a la Provincia de Misiones, en los que
he conocido diversas historias de vida, en el último verano me topé con la
del Sr. Luca Oreste, que reside en la localidad de San Vicente, y que en
1994 sufrió un accidente incapacitante - la rotura de su decimosegunda
vértebra- al quedar aprisionado por un vehiculo que se encontraba reparando.
Desde entonces, no ha vuelto a caminar. Pero su verdadero padecimiento
deviene de las consecuencias que le generó el intento de rehabilitación en
instituciones públicas de la Ciudad de Buenos Aires, a las que en este
momento no es conducente mencionar.
Luego de una internación de siete años, decenas de cirugías (que incluye la
inexplicable extirpación de un isquión) y el fallido implante de
un estimulador medular, su cuadro empeoró y hoy sufre de paraplejía
fláccida, vejiga neurogénica y un dolor en barra a la altura del abdomen que
le impide dormir boca abajo. A raíz de estas limitaciones también tiene
escaras.
El PAMI se encarga de su atención y desde hace 4 años lo medica con 8
ampollas diarias de Nalbufina (un derivado de la morfina), lo que ha
deteriorado su estado gravemente y le ha generado dependencia.
En el mes de enero, Luca me ha pedido que haga lo posible para su derivación
a FLENI, aún a sabiendas de dicha institución no es prestadora de PAMI, para
lo cual me otorgó facultades para incoar el procedimiento administrativo, y
de ser necesario el judicial.
El motivo de estas líneas es que el Director Médico de FLENI me ha explicado
que la institución se ocupa de rehabilitaciones intensivas en la fase
inmediatamente posterior al hecho incapacitante, por lo cual, y a los
efectos de requerir a PAMI la derivación del paciente, necesito
recibir algún tipo de información sobre qué institución podría intentar el
tratamiento de los dolores y la adicción del Sr. Oreste de manera idónea,
ello a los efectos de reducir el tiempo que individualmente podría
demandarme esa búsqueda.
Aprovecho para saludarlo afectuosamente,